P3nd3j05, Argentina 2013

Publicado el 04 diciembre 2013 por Cineinvisible @cineinvisib

A la pregunta del millón (en todo caso, de respuestas) de cómo avanzar en el séptimo arte, tras más de 100 de historia y experiencias, para crear un cine con un fondo comprometido con su tiempo, y una forma novedosa y creativa, los cineastas se han posicionado, para simplificar el sabroso debate, en dos bandos.Por un lado, los que reniegan de la tradición e intentan crear nuevas expresiones (harto difícil, dado que casi siempre ha habido alguien que lo ha hecho, antes, y en muchas ocasiones, mejor). Y por otro, la mayoría que integran la tradición, la pasan por su coctelera personal y de su chistera de los sueños extraen nuevas perlas para el espectador.Raúl Perrone, argentino originario de Ituzaingó (zona oeste del Gran Buenos Aires) ha optado por reintegrar más los clásico del primer cine (como lo están haciendo algunos cineastas, como por ejemplo, Miguel Gomes con Tabú) que los códigos, más trillados e incluso ya en su momento decadentes, de la época del sonoro. La riqueza del cine silente es tan espectacular que, aunque sólo haya sobrevivido el 10% de su producción, ha legado una herencia difícil de superar.Pendejos (como se pronunciaría este título tan gráfico) me ha hipnotizado desde el principio de su 157 minutos. Sin duda alguna, lo mejor que le ha ocurrido a la cinematografía argentina este año e, incluso, me atrevería a decir, en cierta medida también a nivel internacional.No nos dejemos extraviar por sus primeras imágenes. Un adolescente en skate con la cámara muy próxima a su protagonista, y de inmediato pensamos en el universo de Larry Clark. Nada que ver. (Por cierto, su última película, Marfa girl, sigue indagando en sus obsesiones pero lo que promete es su rodaje en París, en el que asume mucho más riesgo del habitual al incluirse en la película. Hablaremos de ella, su guionista es un jovencísimo poeta francés sumamente interesante. Pero esa es otra historia).Perrone ha sabido reinventarse, a partir de los orígenes del cine y tras una treintena de películas, con P3nd3nj05 y sus tres historias y un epílogo (una coda en terminología musical), a ritmo de electro-cumbia magistral (Nomenombres wey), que desde que la escuchas por primera vez, se graba en tu cerebro, junto al subliminal mensaje de “cómprate el disco, cómprate el disco”. Pocas veces una banda sonora se ha acoplado a las imágenes con tanta empatía, como en este película, anticipando acontecimientos sin desvelarlos y preparando emocionalmente al espectador.  A nivel formal, estos tres actos operísticos, con muy pocos intertítulos, un blanco y negro que es más un negro y blanco, sobreimpresiones fantasmagóricas, encuadres y fundidos en iris… y sus chicas y chicos malos y perdidos, adultos peligrosos, embarazos no deseados, pistolas cargadas, no he visto pasar las dos horas y media de proyección. En el cine de Perrone puede costar entrar, pero en el momento en que lo haces, no quieres salir.Con citas a Carl Theodor Dreyer y a su última obra maestra del, mal llamado, cine mudo (hace falta ser un genio para hacer una peli muda sobre un juicio, La pasión de Juana de Arco de 1928, en que, de hecho, su restauración está repleta de jugosas anécdotas… pero eso pertenece también a otra historia) P3nd3j05 es (preparaos porque esto son palabras mayores) la película que hoy hubiese rodado el maestro de todos, Friedrich Wilhelm Murnau.Y he dejado lo mejor para el final porque la buena noticia es que todos podremos disfrutar de esta película. La tercera edición del festival más interesante de cine de autor, Márgenes, se acerca a grandes pasos. Atentos a la próxima semana porque habrá muchas sorpresas y excelente cine. Tic tac tic tac, ya queda menos.