Es líder de la derechita cobarde del PP sin tener madera de líder. Cuando está en el congreso o ruedas de prensa parece un estudiante defendiendo un trabajo del cole leyendo lo que copió de la enciclopedia Larousse.
No ha gestionado ni su comunidad de vecinos, pero lo eligieron para ser presidente del partido a base de no tener ni una idea propia, no molestar, obedecer y ser un lame-ojetes. Desde entonces ha hecho por el PP lo mismo que José Bretón por la custodia compartida.
Solo ha trabajado una vez, los 30 segundos quitando la nieve de Madrid. Bueno, moviéndola de un lado para otro.
En las elecciones generales de 2019, las únicas donde se ha presentado, pasó de 137 a 66 escaños. Solo le votaron las abuelas y por pena. Ni él mismo se votó, ya que por lo visto votó a Felipe VI.
Algo normal, ya que su táctica Marianista de esperar a que todos estuviesen arruinados para que le votase la gente no funcionó.
Desde que es presidente del PP Su Sanchidad campa a sus anchas violando derechos fundamentales decretando ilegales estados de alarma, mientras él tuitea sobre la dislexia pide bajar el IVA que no existe en Canarias y hace el ridículo en general.
Estaba acabadísimo, pero la victoria de Ayuso el 4M lo resucitó y ahora cree que puede ganar las elecciones a Pedro Sánchez. Cuando toque, verá que no, pillará alguna puerta giratoria o volverá a la universidad a sacarse algún título de verdad. Le proponemos uno de virologia para que aprenda que es la Inmunidad de rebaño.
Y ya estaria... Difundid la palabra