La segunda víctima fue una adolescente de tan sólo 15 años de edad, quien tuvo la mala suerte de cruzarse con su asesino casi nueve meses después de matar a la primera chica. Andrea Castro moriría estrangulada al salir de una discoteca de Carrasco. Su cuerpo fue encontrado enterrado en una playa de Punta del Este, a 120 km de Montevideo. El criminal dejó una corbata anudada al cuello de la joven a modo de firma.
María Victoria Williams, de 22 años de edad fue la tercera y última asesinada por Goncálvez, cinco meses después, en febrero de 1993. Esta vez, llamó la atención de su víctima cuando la eligió puesto que era su vecina y salió en su busca para pedirle ayuda, con el pretexto de que su abuela se encontraba muy mal y debía reanimarla. Una vez entraron corriendo asesino y víctima al domicilio del primero, él la golpeó y ahogó con una bolsa de nylon. Un día después abandonó el cuerpo en un parque.
La capital uruguaya entró en pánico. La sociedad del pequeño país sudamericano no estaba acostumbrada a estos niveles de violencia, ya que sus índices criminales se asemejaban más a Europa Occidental que a sus vecinos americanos. La policía tardó en dar con el asesino, puesto que no tenían apenas indicios de quién podía ser el criminal. Un amigo de Goncálvez, quien sospechando de él, entregó unas esposas a la policía que le había dado, fue crucial para apresarlo. Entonces, los investigadores comenzaron a atar cabos, puesto que Goncálvez había sido denunciado por violación por una joven, ocurrida entre el primer y segundo asesinatos en la que según la agredida, la había amarrado con unas esposas y agredida sexualmente, aunque salió indemne puesto que no se encontraron pruebas para incriminarlo.
Goncálvez fue detenido en Brasil y extraditado a Uruguay donde confesó a la policía los crímenes, aunque en el juicio cambió su versión y declaró lo contrario.
Pablo Goncálvez pertenece a la alta sociedad uruguaya. Nació en la ciudad española de Bilbao en 1970, ya que es hijo de un conocido diplomático. A los nueve años de edad regresó a Uruguay, aunque siguió viviendo por muchos años en el extranjero por la profesión de su padre.
El 23 de junio de 2016 salió en libertad después de cumplir una pena inicial de 30 años de prisión por los tres asesinatos, aunque debido a su buen comportamiento y haber trabajado y estudiado en la cárcel, se le rebajó la pena.Su excarcelación impactó fuertemente en la opinión pública uruguaya puesto que no se cree que Goncálvez esté rehabilitado.
Fuentes:http://www.lr21.com.uy/justicia/181468-el-pasado-de-pablo-goncalvezhttp://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36603874