Ayer recibimos en Bilbao la visita anual de rigor del bueno de Pablo Moro, uno de los escritores de canciones favoritos de esta redacción. Que el ovetense visite la capital vizcaína una vez al año se ha convertido ya en una (bendita) tradición, y es que en estos tiempos en los que la actividad musical de esta ciudad parece palidecer, es una suerte tener la oportunidad de pasar una tarde al calor sus canciones. La cita era a las 20:00, y el lugar, cómo no, el Cotton Club, un local que de un tiempo a esta parte se ha convertido en uno de los pocos puntos de encuentro de Bilbao para los melómanos y amantes de la música en directo.
Pablo volvía por tercera vez en tres años, con ganas de presentarnos el que curiosamente también es su tercer disco de estudio, Pequeños Placeres Domésticos, un señor álbum que sin duda se encuentra entre los mejores que se publicaron a lo largo del pasado 2009. Pese a que en el disco las canciones tienen un sonido de banda muy marcado, con una producción con vocación rockera, Pablo apareció sobre el escenario acompañado únicamente por su inseparable Álvaro Bárcena, dispuestos a ofrecer un set acústico a dos guitarras.
Ya desde las primeras canciones quedó claro que Pablo no había venido a Bilbao a vendernos su último disco, y combinó durante toda la noche temas de su último trabajo con otros de sus anteriores álbumes. Es curioso lo que sucede en sus conciertos, pero desde la primerísima canción consigue crear un ambiente de complicidad con el público como pocos saben hacerlo. Es tal la cercanía, la calidez que desprende su limpia voz, que consigue hacerte olvidar todo lo que te rodea erizando tus sentidos con cada verso que escapa de sus labios. Y qué decir de Álvaro, en ningún momento eché en falta a la banda, y es que sólo con sus dedos y sus fantásticos coros fue capaz de llenar todas y cada una de las muchas canciones que interpretaron a lo largo de la hora y media que estuvieron sobre el escenario.
Como contaba, Pablo y Álvaro jugaron con los tres discos que ya llevan a sus espaldas, quitándole el polvo a las antiguas y el papel de regalo a las nuevas. Me encantó que empezaran con Smoking Point, Gente Feliz me pareció sublime, me faltó muy poco para que se me escapara alguna lágrima con mi favorita del último disco, La ley de Murphy (¡gracias!), me di cuenta de que Imitadores de Elvis es sin duda una de las mejores de su repertorio, Tic Tac dolió como siempre, tal vez un poco más, demostró que sigue estando en forma con la preciosa e inédita El habitante y me hizo cantar hasta desgarrarme la garganta con esa maravilla que es El último vals.
Una hora y media de pequeños placeres domésticos que nos hicieron sentirnos tan cómodos como en el salón de nuestra propia casa. Llevo mucho tiempo pensando que Pablo es de largo uno de los mejores escritores de canciones del país, y tardes como la de ayer no hacen si no afianzarme en mi opinión. Pocos, muy pocos, pueden presumir de tener una colección de canciones como la del asturiano, y se me ocurren pocos, muy pocos conciertos tan recomendables como uno de los suyos...
Os dejo el set-list y algunos videos que grabé;
Set-list
Smoking Point
Golpe de Suerte
Como Caídos del Cielo
Aldrin
Gente Feliz
La Ley de Murphy
Imitadores de Elvis
Pídeme
La Mejor Manera
Bagatelas
Dolores Club
Tic Tac
Canción de Cuna
Jólivuz
El Último Vals
El Habitante
Quédate
"Smoking Point"
"Como Caídos del Cielo"
"Aldrin"
"Gente Feliz"
"La Ley de Murphy"
"Imitadores de Elvis"
"Tic Tac"
"Dolores Club"
"Jólivuz"
"El último vals"
"El habitante"