Pacheco no tenía razón. Se quedó corto

Publicado el 13 abril 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

Recuerdan ustedes al alcalde de Jerez. Aquel que se hizo famoso por sus declaraciones explosivas. Bien, pues quizá la más conocida de esas declaraciones fue la que hizo cuando la Justicia impidió derribar un chalé edificado en terreno ilegal, del cantante Bertín Osborne, por ser quien era, y, sin embargo, en otros casos no había puesto problemas. Bueno por eso se produjo hace veinticinco años y casi vuelven a instaurar el garrote vil para castigar al alcalde porque su frase era una aberración y atentaba contra la Justicia, pilar baluarte del Estado de Derecho.

Y qué quieren que les diga, hoy después de un cuarto de siglo, esa frase está desfasada, la Justicia ha pasado el listón del cachondeo para llegar al de la absoluta desvergüenza.

No voy a hablar de las sentencias de los últimos años, sobre la mujer, la homosexualidad, la izquierda abertzale, el régimen anterior, etc. Ni tan siquiera voy a tocar el tema Garzón, que me parece gravísimo y que está haciendo que el mundo nos vea tal cual es una parte importante de este país: franquistas. Este tema ya lo he tocado en varias ocasiones.

Hoy quiero solidarizarme con el diario vasco desaparecido Egunkaria. Un diario cerrado por esta Justicia, sin saber todavía por qué, hace siete años. Hay que leer la sentencia exculpatoria de la Audiencia Nacional, aquí pueden ustedes encontrar algunos párrafos demostrativos, –siete años después-- para darse cuenta de que no había otra razón que no fuera que se escribía en euskera y que el periódico había criticado ciertas iniciativas del gobierno Aznar. Bueno, pues eso provocó una denuncia de la AVT y de la Asociación Dignidad y Justicia.

El hecho de que la AVT denunciara al diario no es de extrañar, cuando en la AVT estaba al mando aquel paranoico fascista llamado Alcaraz al que su obsesión por el terrorismo le enfermó. Lo que sí es más grave es que se aceptara esta denuncia, una denuncia basada en el vacío, sin ninguna prueba de la relación del periódico con ETA, sin ningún artículo a favor de la banda terrorista. Una denuncia que hablaba de connivencia con banda terrorista. A la que el juez Juan del Olmo, para ilusión y emoción del entonces ministro Acebes, otro instigador de la causa, dio cauce. Todo esto para mayor gozo del gobierno del PP y con el silencio del PSOE.

Tanto hablar de la falta de libertad de expresión en otros países y nosotros de rositas. Tanto hablar de la violencia desde el poder en otros países y resulta que la Audiencia Nacional ha ratificado que ha habido torturas a los directivos de Egunkaría.

Puestos a condenar a quien no se le entiende, podríamos hacerlo con todos los medios de comunicación chinos, “a saber qué dirán” y voy más lejos, con el nivel de inglés que tenemos, podríamos pedir el cierre de The New York TImes, que seguro, como no le entendemos, es aliado del terrorismo, y si no que escriba en castellano, que algo esconderá.

Y ahora qué. ¿Quién compensa a la empresa por el cierre injustificado del periódico hace siete años? ¿quién compensa a sus trabajadores que fueron a la calle? ¿quien compensa a los lectores seguidores de Egunkaria? y sobre todo ¿quién va a pagar por esa actuación de la Justicia contra la libertad de expresión en una clara prevaricación, puesto que no se ha encontrado nada que pudiera hacer pensar que existía el delito del que se le acusaba?

Pues sí, Pacheco hoy diría cosas más fuertes. Yo también. Y luego querrán entrullarnos si decimos que la Justicia es un cachondeo.

Salud y República

P.D. Se han  hecho eco de la noticia: Mikel, Luistxo Impulso, Samuel, Paul Rios, Reven, Escolar, Hugo y Grândola.