Paciencia

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe

Llevo cuatro años aprendiendo, improvisando la mayor parte del tiempo. Uno lee y lee, investiga algo, recurre al imaginario colectivo o a los recuerdos de la infancia, encuentra guías -a cualquier cosa llaman guía en estos tiempos-, pregunta e intercambia información y experiencias... Al final siempre vuelvo a recurrir a mi propio manual improvisado, La Guía LPDG™ Definitiva. Y es que no hay nada como seguir tus propias inseguridades, y equivocarse por uno mismo.

El método de ensayo y error no es el mejor, pero es una buena forma de seguir aprendiendo. La pega implícita es que cuanto más yerras, más aprendes, por lo que es indispensable armarse con toneladas de paciencia. Paciencia para no convertir la hora del desayuno en una yincana histérica y no llegar tarde al cole. Paciencia para dejar que acaben el juego que tienen a medias. Paciencia para no acabar de ponerles yo los pantalones del pijama, que ellos ya se los ponen muy bien. Paciencia para dejar que acabe el siguiente capítulo de Bob Esponja, y entender que para ellos lo demás puede esperar. Paciencia para esperar a que se enfríe el agua de la bañera, o incluso más, que mientras hay agua hay diversión.

Pero también paciencia para que la hora de comer sea una fiesta y no acabe en un mellizogeddon. Paciencia para dar todos los abrazos y besos que piden en vez de meter prisas. Paciencia para sonreir cuando intentan escribir su nombre y hacen la N al revés o la E parece más un peine que una letra. paciencia para levantar el sofá las veces que haga falta y encontrar las piezas de los Legos de papi. Paciencia para esperar a que se calmen y duerman del todo antes de llevarlos de vuelta a sus camas. Paciencia para leer por enésima vez el mismo cuento, y hacer las voces y sonidos del lobo soplando la casita de paja que tanto les gusta. Paciencia para cantarles en susurros su nana cogiendoles de la mano hasta que se duerman, por muy tarde que sea y por mucho rato que lleve.

Es lo único que pido, que tengan un poco más de paciencia conmigo. Sigo aprendiendo.