Paciencia, no orgullo

Por Frabreum @FRABREUM


VIDACRISTIANA - Personalmente, he releído y meditado en Gálatas 6: 1-3 cientos deveces. Tengo un temperamento natural que elude la humildad, así que necesitotoda la ayuda de las Escrituras que pueda obtener. Yo sí quiero agradar a Dios,y estoy dispuesta a hacer las cosas a su manera, sin importar lo difíciles quesean. La lectura de este pasaje me recuerda que si bien la mala conducta debeser confrontada en forma amorosa, también habrá ocasiones en que tenga quesoportar las fallas de algunas personas conflictivas.
La humildadnos permite ser pacientes con los errores de los demás. Mientras caminamos enamor y oramos por las personas, Dios obrará y tratará con sus fallas. Cosechamoslo que sembramos: Si sembramos misericordia, cuando la necesitemos,cosecharemos misericordia. Aún cuando en ocasiones se nos haga difícil soportarlas debilidades de los demás, la Palabra de Dios nos fortalece y nos capacitapara hacer la voluntad de Dios.
Cuando seencuentre tentado a ser orgulloso, estudie o medite en la Palabra, pídale alEspíritu Santo que haga a través de usted lo que no puede lograr con simplefuerza de voluntad. Recuerde, el orgullo es un pecado, y es el culpable que seesconde detrás de las relaciones rotas. Las señales del orgullo incluyen faltade voluntad para admitir fallas o renuencia a asumir la responsabilidad por laspropias acciones. El orgullo siempre quiere hablar, pero nunca quiere escuchar.El orgullo no hace las paces. El orgullo es testarudo; no quiere ser instruído,quiere instruir a los demás.
El orgullofue el pecado de Lucifer; ¡dijo que se levantaría a sí mismo y a su trono porencima de Dios! Por lo tanto, vemos que esa clase de orgullo se manifiestacuando una persona se tiene en más alta estima que los demás, pero Dios diceque todos somos iguales ante sus ojos. Lucifer, por supuesto, nunca ha sidoigual a Dios, pero en lo que respecta a relaciones humanas, ninguna persona esmejor que otra. Recuerde eso, y estará bien encaminado para poder evitar elorgullo. No se engañe creyendo que el orgullo lo llevará a donde quiere ir. Másbien, permita que la verdad de Gálatas 6: 1-3 descienda profundamente en sucorazón y lo cambie de adentro hacia afuera.
-Tomado deLa Biblia de la vida diaria, de Joyce Meyer. Una publicación de Casa Creación. Usadocon permiso.