Título original: Paco, el seguro
Director: Didier Haupedin
Guion: Didier Haupedin, Nadie Feuz, José María Forqué
Música: Serge Perathoner
Fotografía: Gilberto Azevedo
Género: Drama
Reparto: Alfredo Landa, Patrick Dewaere. Christine Pascal, Jean Bouise, Eduardo Calvo, José Ruiz Lifante. Rafael Díaz. Ismael Merlo. Juan Lombardero. Ángel Alcázar. George Rigau . José Riesgo. Emilio Fornet. Mari Paz Ballesteros. Fabián Conde, Mari Carmen Alvarado, Raquel Daina,.Manuela Camacho, Cristina Sánchez Pascual
Argumento
Paco es un honesto cristalero de mediana edad, que hace cinco años se casó con la bella María, sin que todavía tengan descendencia. Cosa muy extraña si tenemos en cuenta que "el otro" trabajo de Paco, que le reporta más beneficios económicos, es dejar preñadas a las nodrizas para que con su leche puedan alimentar a los vástagos de la gente bien.
Esto es del domino público de todo/as y María, su santa esposa le ayuda pues sabe que sólo es un trabajo. Ambos se aman y no es necesario más... salvo un hijo.
Un día Paco conoce a un joven atractivo aunque casi siempre borracho, que dice trabajar de boticario en Toledo.
Paco y el joven se hacen prácticamente amigos, pero resulta que al joven le gustaría hacer lo mismo que Paco, pero incluso gratis, dado lo que le gusta el sexo.
Esta rivalidad hace que Paco se cuestione su profesión y sienta mucha presión por el boticario, que siempre anda tras él por si no puede finalizar el encargo.
Extraña película co-producida entre España y Francia, que tiene como mejor pero me parece que no demasiado aprovechado, valor, la excelente novela de Andrés Laszlo. Y es que en el guión han colaborado hasta tres personas, entre ellos José María Forqué en los diálogos, y ya se sabe que cuando entran más de dos el resultado no suele ser bueno. No porque no tengan calidad cada uno de ellos sino porque a la hora de dar el visto bueno se desechan buenas ideas que no caben en el film por causa de su extensión.
En esta ocasión, Didier Hauperin logra un producto digno y honesto pero no muy sólido ni convincente, donde los apuntes costumbristas aparecen pero sin mayor calado psicológico, diluyéndose en un todo impreciso que no logra especificar el camino elegido ni los objetivos a cumplir.
Y es que se nota que en la novela todo es más completo, pues en la cinta existen interesante apuntes pero sin demasiada conexión argumental. Personajes que aparecen y desaparecen, dicen sus cosas (como el de Jean Bouisse) y a otra cosa mariposa. No existe unidad argumental manifiesta o al menos así me lo ha parecido a mí.
Bien Alfredo Landa y meritoria la labor de la dirección artística.