
El ser humano no tiene límites. Su intención de gorronear a la gente que da su tiempo y su dinero en ayudar a los demás, no tiene fin. Esto ha ocurrido con el presunto enfermo Paco Sanz, su madre y la novia de éste. "Me muero en seis meses", decía Francisco José Sanz González Martos en una de sus entrevistas cuando en realidad ejercía y desarrollaba su carrera de delincuente profesional.

Paco Sanz y familia se han burlado de la buena gente robándoles más de 250.000 euros. Creando videos y fotos colgados en las redes sociales, saliendo en medios de comunicación, aunque estos no le hicieron mucho caso y más de una vez se quejaba de que no era bien tratado por estos, incluso alguna que otra gala benéfica para recaudar lo máximo posible para su más que dudosa enfermedad. Todos estafados tanto a nivel económico como de espíritu. Entre ellos se incluye también la que fue alcaldesa de la Pobla de Vallbona. No ha tenido reparo hacia nadie. Como bien dice en un post titulado "Carta abierta a quien corresponda" de su blog: "vivir se ha convertido en mi única meta", vivir a todo lujo, desde luego.

Paco Sanz ha conseguido que la desconfianza vuelva a sobrevolar las cabezas de la gente solidaria. Ha logrado que gente que de verdad necesita una ayuda económica, gente que pide auxilio porque no tiene con qué pagar los tratamientos médicos; enfermos que intentan agarrarse a un clavo ardiendo, dando gracias un día y otro también por tener otro día más de vida, para salir adelante y curarse, sientan las más absoluta de las vergüenzas por culpa de despiadados como Paco Sanz. Como dice el marqués de los tumores, Paco Sanz, en su perfil de Twitter: "la vida me ha enseñado que hay que vivir cada segundo como si fuera el último". Eso sería si Paco Sanz fuera buena persona y tuviera una enfermedad terminal. Pero el único diagnóstico que se le puede dar al "hombre de los 2.000 tumores" es: estafador.
Solo una reflexión final. A pesar de que habrán varias alimañas estafando a diestro y siniestro al primero que pillen, POR FAVOR, aunque haya que ir con mil ojos abiertos
NO DEJÉIS DE AYUDAR A QUIEN DE VERDAD LO NECESITA.