Hoy, al ver la foto de Fran Rivera con su hija en brazos, mientras torea, me he acordado de la foto de Bescansa en el Congreso. Ambas han ocasionado una absoluta controversia en parte de la sociedad, es decir, en las redes sociales.
Si me está leyendo se estará preguntando, ¿qué tiene que ver una acción con la otra? Mucho, querido lector.
La más importante, la libertad de los padres para decidir sobre sus hijos y al riesgo que les exponen.
¿Cuántos padres han subido a sus hijos pequeños encima de su moto para darles una vuelta? ¿Cuántos padres han llevado a sus hijos pequeños a una manifestación aún sabiendo qué pueden haber altercados? ¿Cuántos padres llevan a sus hijos al borde de una carretera para ver un rally? Y ¿cuántos de esos padres estarán criticando ahora a Fran Rivera? El único motivo es su antitaurinismo, nada más.
Lo mismo pasó con Bescansa, muchos la criticaron por razones ideológicas y no por el bien del bebé.
Ambas imágenes se conectan por ser sitios adecuados para un niño o no. Y en esto volvemos a la libertad de los padres para decidir.
Desde luego, en mi caso, ni en un sitio, ni el otro. No lo haría.
Seguramente, si fuésemos tan "estrictos" con nuestros hijos, como lo somos al opinar de los demás, tendríamos muchos menos problemas en nuestra sociedad con la juventud y la infancia.
Deberíamos criticar más la falta de libertad y la continua injerencia en nuestras vidas, provocando no asumir responsabilidades y dejarnos de tanta intromisión en las vidas de los demás. Siempre y cuando no estén cometiendo un delito o acto ilegal (que ya veo venir a alguno con sus respuestas y argumentos en cuanto a la libertad. Una cosa es libertad y otra libertinaje).