Hace unos días la imagen de un perro con bozal provocó las quejas de una persona que se dio por aludida, a pesar de que no se indicaban nombres, imágenes ni siquiera equipos. Puede asombrar que esto suceda, que los que deberían analizarse ya que están dañando un entorno con menores presentes se sientan las víctimas por el simple hecho de que se mencionen con frecuencia sus actitudes, impropias de adultos. El perro con bozal como puede comprender cualquiera, se refiere a un tipo de aficionados, padres o familiares por lo general que hacen mucho daño, no al que escribe sino a sus propios hijos o a sus compañeros. Abajo os dejo otra opinión autorizada en la materia, leerlo y aplicarlo es gratis, las consultas futuras derivadas de actitudes presentes no tengo tan claro que lo sean.
“Pero que malos sois”. "Estáis ciegos o qué os pasa”. “Sois un desastre, ¿queréis correr? Parecéis paralíticos”… Estos son algunos de los mensajes de aliento que el pasado sábado escuché a un padre en un partido de futbol en el que jugaban niños de 11 años.¿Es un caso único? Todos sabemos que no. La falta de control en las gradas no solo campa a sus anchas en el deporte profesional. Cada vez está más presente en el deporte infantil.