-¿Y la has encontrado? - Kimitake pregunta mientras se peina con los dedos la larga melena negra y piensa qué debe de querer decir hallar una salida gracias a la meditación. ¿Un nuevo camino? ¿La solución a un problema?
Yasunari niega con la cabeza, pero contesta:
-Puede que sí.-La meditación es un fuerza interior que no deja entrar ni salir nada -aclara Fuyuku-. Los hombres de mi familia hablaban a menudo del tema. El control proviene de la energía en absoluta quietud.
Fuyuku asiente con entusiasmo, un entusiasmo que no le pasa desapercibido a Kimitake, quien, para contrarrestarlo, se ve obligado a intervenir:
-El padre de Shizuka era un sabio, no hay duda. Y su hija es una digna descendiente.-Si todos los hijos fueran dignos descendientes de sus padres, los tuyos no serían maestros, Kimitake -ríe Fuyuku y obtiene, como premio de consolación, una falsa sonrisa de Shizuka, que no ha disfrutado en absoluto del comentario que acaba de hacer.
Itachi observa, después de soltar su entrecortada tos:
-Deberíamos preparar la cena. Nos toca - se dirige a Fuyuku y a Shizuka.-¿Tú meditas, Fuyuku? -quiere saber Takara.
Fuyuku no contesta. Se da media vuelta y enfila hacia la cocina, seguido por Itachi y Shizuka. Takara deduce que la respuesta correcta sería no y que Fuyuku, que no puede mentir, ha preferido callar.
Al contrario de lo que suele pensarse, la verdad llega cuando uno se queda quiero para que lo encuentre.