Lo cierto es que sólo me han gustado algunos pocos poemas o versos sueltos de este libro. La autora tiene cosas que decir y es valiente y certera. Nada de expansiones sentimentales ni circunvoluciones íntimas. Habla de cosas concretas, de su sociedad. Denuncia, defiende e increpa. Seguramente me estoy explicando mal porque no es poesía social ni panfletaria. Los juegos de palabras, pese al seguro esfuerzo en la traducción, resultan tontos en castellano. Hay muchas ideas sueltas originales aunque yo, sobre todo, estaba deseando terminarlo.