Es la palabra de Obama, el hombre que preside la nación más importante del planeta. Una palabra que infunde poca esperanza a la comunidad LGTB de dicha nación y, aunque supone un importante avance con respecto a su predecesor, aún le queda un largo camino por recorrer para cumplir las promesas que hizo antes de llegar a la Casa Blanca.
La declaración, extraída del portal OCIOGAY, dice lo siguiente:
"La historia de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Estados Unidos (LGBT) es la historia de nuestros padres e hijos, de nuestras madres e hijas, y de nuestros amigos y vecinos que continúan la tarea de hacer de nuestro país una unión más perfecta. Es una historia sobre la lucha que permite hacer posible la gran promesa estadounidense de que todas las personas puedan vivir con dignidad y equidad ante la ley. Cada junio, se conmemora a las personas valientes que han luchado para alcanzar esta promesa para los americanos LGBT, y nos dedicamos de nuevo a la búsqueda de la igualdad de derechos para todos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Desde que asumimos el cargo, mi Administración ha hecho un progreso significativo hacia el logro de la igualdad para los americanos LGBT. En diciembre pasado, tuve el honor de firmar la derogación de la medida discriminatoria "Don't Ask, Don't Tell". Con esta derogación, los estadounidenses gays y lesbianas podrán servir abiertamente en nuestras Fuerzas Armadas por primera vez en la historia de nuestra nación. Nuestra seguridad nacional se fortalecerá y las contribuciones heroicas que estos americanos hacen a nuestra Defensa, y que han realizado a lo largo de nuestra historia, se reconoce plenamente.
Mi Gobierno también ha tomado medidas para eliminar la discriminación contra los americanos LGBT en los programas de vivienda federal y en otorgarles el derecho a visitar a sus seres queridos en el hospital. Hemos puesto de manifiesto a través de la rama ejecutiva que la discriminación contra la identidad de género no será permitida en los puestos de la Administración. He continuado con la tarea de designar de forma abierta a personas LGTB altamente cualificadas tanto en cargos del Gobierno como judiciales.
Debido a que reconocemos que los derechos LGBT son derechos humanos, mi gobierno está con los defensores de la igualdad en todo el mundo, donde se lidera la lucha contra las leyes perniciosas dirigidas a las personas LGBT y los intentos maliciosos de excluir a estas organizaciones de la plena participación en el sistema internacional. Hemos liderado una campaña mundial para asegurar que la "orientación sexual" se incluyera en la resolución de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales - la única resolución de la ONU que menciona específicamente a las personas LGBT - para enviar el mensaje inequívoco de que el asesinato de gays y lesbianas es indefendible por parte de los Estados. Nadie debe ser discriminado por ser quienes son o a quien amen, y mi gobierno ha movilizado compromisos públicos sin precedentes de países de todo el mundo para unirse en la lucha contra el odio y la homofobia".