Palabras como disparos

Por Uriel

Hoy les traigo una anécdota corta de cómo resolver un conflicto con humor.

Charles Augustin Sainte Beuve en 1860.

Seguramente todos habrán oído hablar alguna vez del escritor francés Charles Augustin Sainte-Beuve. Si en cambio no conocen nada de él, les diré que Charles Augustin Sainte-Beuve fue un crítico literario y escritor francés; creador del método crítico de Sainte-Beuve, el cual se basaba en el hecho de que la obra de un escritor era siempre el reflejo de su vida y podía ser explicada a través de ella.

De extensa obra, el escritor francés es reconocido también por ser uno de los precursores del romanticismo en su país y por su amistad con Víctor Hugo, otro gran escritor de nacionalidad francesa. Incluso también muchos pueden recordar de él que, a diferencia de su amigo, Charles aceptó colaborar con el Segundo Imperio en 1852 y que ocupó un escaño en el Senado desde 1865 hasta su muerte en 1869.

Retrato de Saint-Beuve, dibujado por François Joseph Heim. Museo del Louvre

Pero la historia de hoy no tiene que ver con todo esto, sino con una gran réplica del escritor.

Según cuenta su amigo Víctor Hugo, en cierta ocasión el escritor francés provocó el enfado de un periodista, el cual, sin pensarlo demasiado, lo reto a un duelo a muerte. El periodista, con la generosidad de un retador noble decidió permitir que Sainte-Beuve escogiera su arma. El escritor, sin embargo no tenía ninguna intención de entablar lucha con nadie, y menos a muerte, por lo cual resolvió el dilema con un poco de humor y una réplica de lo más fina ante la generosidad de su oponente:

“Elijo la ortografía… ¡Date por muerto!”

Fuente: Revista Historia y Vida