A disfrutar del amor, A confiar en tu fuerza, A enfrentar tus miedos, entusiasmarte con la vida, A que pidas ayuda cuando la necesites, A tomar tus propias decisiones,
Quisiera estar seguro de que aprendiste...
A decir o callar según tu conveniencia, A quedarte con el crédito de tus logros, A no estar pendiente de la aprobación de los demás, A no absorber las responsabilidades de otros, A ser consciente de tus sentimientos y a actuar en consecuencia.
Quisiera estar seguro, hija mía, que aprendiste...
A poner límites, A sostenerlos, A tomar más riesgos, A aceptar los cambios, A realizar tus creencias, A ser capaz de llenar primero tu copa y luego la de los demás, A planear tu futuro pero no vivir en él.
Me gustaría, hija mía, que hayas aprendido...
A valorar tu intuición, A tomar tus propias decisiones, A hacer de la comprensión y el perdón, tus prioridades, A aceptarte como sos, A disfrutar la diferencia entre los sexos, A aprender de los encuentros y de los fracasos.
Me gustaría, hija mía, que te permitas reír a carcajadas por la calle, sin ninguna razón. Pero, sobre todo, quisiera que hayas aprendido
A no idolatrar a nadie, Y a tus padres, menos que a nadie