Palabrejas: un poco de todo.

Por Belen
Han sido muchos días en casa, muchas ocurrencias, mucho hablar y cada vez más imaginación. Está experimentando un cambio importante, se consolida como niño, abandona la etapa de pequeñín para pasar a ser un "mediano" como él dice. Su cabecita piensa y piensa, nunca para, su lógica es abrumadora y sus frases.... sus frases son lo mejor. Os voy a dejar algunas de las lindezas que nos ha regalado estos días.
Sabía que podía contar contigo
. Se había enfadado porque su padre no quiso hacer algo o jugar a algo. Yo estaba en mi habitación, vino muy indignado con expresión de enfadado. Le invité a sentarse conmigo, me contó lo sucedido. Como tenía hambre le ofrecí una fruta, y muy sonriente me dijo esta expresión: "Mamá, sabía que podía contar contigo".
El choped tiene nata. ¿Curioso eh?. Estaba tomando una lonchita de choped muy rico cuando se ha dado cuenta que tenía pintitas blancas. Con carita de asco ha venido y "¡¡mamá!! el choped tiene nata". Ni que decir tiene que lo hemos cambiado por jamón.
Chaval, tienes un gran problema. Esta es una frase de la película Cars, su película. Se sabe los diálogos de memoria y su último pasatiempo es sacar estas frases e intentar adaptarlas a su día a día. Estábamos el sábado comiendo con sus abuelos y su tío. Su tío le estaba pichando, práctica habitual en muchos adultos que se creen graciosísimos chinchando a los nenes. Y ahí mi hijo, sin amilanarse lo más mínimo soltó: "Chaval, tienes un gran problema".
Mamáaaaaaa, que te quiero explicar algoooooooooo, escúchame por favor. Muy redicho es mi niño. Cuando se porta mal, o hace algo que sabe que está mal suelo ignorar el comportamiento. Él lo sabe y se da cuenta perfectamente. Le da mucha rabia mi actitud y es cuando me suele soltar la frasecita.
Mááááááma, ¡¡dame algo!!, de comer claro, es que le mato de hambre al pobre.
Quiero una marquesa-mazapán. Empezó probando un mazapán, y le gustó tanto que al resto de dulces navideños le añadía la coletilla de "mazapán".
Íbamos en el coche, y en un portal hemos visto el número 100, muy sorprendido ha dicho: "Mamá mira ese número es el veinticero".
Tras un enfado y charla posterior, el señorito se da el lujo de darme consejos: "Mamá anda tranquilízate poco a poco".
Ya os iré dando más entregas.