Además no es un parque para que las familias lleven a sus hijos a desfogarse y a comportarse como salvajes. En otros parques o jardines estás en un banco o paseando y los perros haciendo sus necesidades al lado tuyo. En donde tienes que andar con cuatro ojos “dos en el cocote” para que no te den con el balón o te de un golpe una bicicleta. Aparte que si te tumbas en la yerba cuando te levantes puedes llevar un regalo de algún perro.
Pero el jardín de Monforte es diferente. Para mí sin duda alguna el más hermoso de los jardines con que cuenta Valencia, donde impera el silencio, donde se puede leer, pasear y relajarse. Todo parece ir más despacio en estos jardines, la prisa se queda afuera y parece como si el tiempo no fuera con nosotros. Es el lugar perfecto para pensar qué hacer con tu vida o pedirle a alguien que se case contigo. Por eso hace tan especial a estos jardines, son los únicos de valencia donde siempre encuentras artistas con sus caballetes y lienzos.
También cuenta con vigilancia” el único” para que los impresentables no intenten destrozar-lo como han hecho con los otros. Hay hermosas estatuas de mármol que pueblan los jardines, un estanque de nenúfares, está el palacete donde se celebran bodas y recorrer sus caminos secretos es increíblemente relajante. Pero lo que de verdad merece la pena en estos pequeños jardines es dejarse llevar, disfrutar de su encanto. Aislado del resto de la ciudad por sus muros que lo convierte en un remanso de paz dentro de la gran ciudad.