Palacio de Fermoselle, Torre del Aire, Salamanca

Publicado el 16 noviembre 2024 por Monpalentina @FFroi

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El Palacio de los Fermoselle, más conocido como Torre del Aire, es uno de los edificios emblemáticos de Salamanca, está situado en pleno centro del casco urbano y pertenece al resto de una casa fortificada del siglo XV, el antiguo palacio de Fermoselle, con la torre más esbelta de Salamanca, que también fue llamada Casa o Palacio de las Cuatro Torres, debido a que el palacio tuvo otros tres torreones que fueron derribados a finales del siglo XVII debido a su mal estado.

El palacio fue construido hacia 1440 por los señores de Fermoselle, pasando a ser posteriormente propiedad del Barón de las Cuatro Torres que es quien la bautizó con el nombre de Palacio de las Cuatro Torres. El hecho de ser una casa fortificada con torres se debe, no solo a la intención defensiva, sino como muestra de poderío social y económico.

El palacio tiene planta rectangular, en él predomina el estilo gótico y tiene dos fachadas, y un lado se orienta a la calle del Aire, quizás ese sea el origen de su nombre, Torre del Aire. Es la fachada orientada hacia la Gran Vía es la que atrae más interés, está realizada en sillarejo, y es de gran solidez. Pero lo que más llama la atención son sus ventanas, porque todas son diferentes, las hay cuadradas, semicirculares con arcos, trilobulados o apuntados, ventanas adinteladas, con arquillos conopiales, aljimezadas con tracería gótica, en herradura, de factura mozárabe, las hay con balcón, grandes y pequeñas, pero todas resueltas de forma diferente, sin embargo, se aprecia una conjunción del gótico con el arte mozárabe.

La Torre del Aire junto con la Torre del Clavero son dos de las casas-fortificaciones urbanas construidas por la nobleza salmantina, y, de alguna manera, están unidas por el pasado de la ciudad, pues hay que contextualizarlo en la época de las luchas de la nobleza durante toda la época del siglo XV, cuando Salamanca estaba dividida en dos bandos opuestos. La Torre del Aire tiene su propia leyenda, relacionada con tales contiendas. Una historia de amor imposible con final sangriento, al estilo de Romeo y Julieta, en medio de una cruenta rivalidad, la de la hija del Clavero, del bando de San Benito, y el hijo del Barón de las Cuatro Torres, del bando de Santo Tomé, con San Juan de Sahagún, patrón de Salamanca, finalmente como pacificador.

El edificio ha tenido diferentes usos a lo largo de su historia, desde una fábrica de paños y asilo de ancianos hasta ser residencia estudiantil en la actualidad. Un imprescindible para ver y admirar sus originales ventanas desde la Gran Vía.


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