Lo primero que veréis serán los animales que tienen en un pequeño zoo, que a los más pequeños de la casa les encantarán. Hay pingüinos, focas y leones marinos. Cerca de estos también hay pequeño museo con grandes embarcaciones, donde podréis haceros una fotografía. También hay preciosas vistas al mar, así como a la playa del Camello, se llama así por la enorme roca que hay dentro del agua con la figura de este animal.
Entre los elementos que se encuentran en su interior cabe destacar alguna de sus lámparas, mobiliario que perteneció a los Reyes, cuadros, un precioso piano de cola, una lograda escalera de madera en el hall Real, varias esculturas (sobre todo merece la pena la realizada por las amigas de la Reina) o la recreación del despacho de Alfonso XIII. Tal y como nos comentó la guía al ser una residencia de verano, tampoco conservan muchas de las piezas que los Reyes utilizaban, ya que tal y como las traían se las llevaban, aunque hay alguna reliquia que sí que merece la pena.