El Palacio de Sobrellano es otra de las grandes sorpresas de Comillas. Imponente, neogótico y sobre todo, súper bien conservado.
Ya les había comentado que Comillas debió gran parte de su crecimiento a uno de sus hombres más ilustres, Antonio López y López quien, al volver de América con el destino resuelto, decidió mostrar su bonanza construyendo espléndidos inmuebles que al día de hoy le han valido renombre y agradecimiento.
El marqués mandó construir el palacio sobre la que era su antigua y humilde casa. Tan espectacular quedó que el mismo rey Alfonso XII se hospedó ahí, convirtiendo así a Comillas, a partir de entonces, en el lugar al que había que ir a veranear si se formaba parte de la burocracia y aristocracia española.
Visitarlo merece toda la pena (recomiendo la visita guiada, que dura 30 minutos). El comedor, el salón de billar, el cuarto de los niños, la biblioteca, los magníficos candelabros, el detallado artesonado...todo es precioso y todo remonta al siglo XIX e invita a soñar (con otro estilo de vida, otras ropas, otros medios de transporte...).
Nuevamente, quedé sorprendida por el perfecto estado de conservación del patrimonio edificado español.
El Marqués de Comillas no únicamente construyó este palacio. Gracias a su gusto por las exuberantes construcciones, llevó al mismo Gaudí a dejar su única obra fuera de Barcelona, de la cual les hablaré pronto.
Pues bien, les comparto estas cuantas fotos que tomé ahí. ¿Qué opinan? ¿Les gusta?¡Buen miércoles a todos!