Les ha dado para bautizar incluso esa forma en la que estamos pendientes de ellos, de las cosas que hacen, basados en un personaje de José Mota, que encarna a una vieja que está tras un visillo, vigilante de todo lo que hacen sus vecinos.
“Porque no lo entiendo. No logro comprender como quienes están embriagados por la magia de los paragüeros, inflamados por la titulitis, pueden estar permanentemente pendientes de los avatares de un equipo sufridor que gana algo tan de tarde en tarde”.
Visto lo visto, y leído lo anterior, cabría esperar de ellos, en el culmen de éxitos de su vida deportiva y social en la que tenían todos los motivos para ser felices, y de la mano de su amado Donmanué, solo se mirarían a si mismos, olvidándose de su eterno rival, y disfrutando de sus propios éxitos, ¿o quizá no?
Los jóvenes quizá no lo recuerden, pero no ha demasiado tiempo, en 2005, el equipo verdiblanco llegó a ganar un título nacional, el Campeonato de España, y consiguió clasificarse para la Champions League, "consiguiendo" que el Sevilla FC “solo” se clasificase para la Copa de la UEFA.
Pero lejos de dar el ejemplo que piden a los sevillistas hoy mismo, maquinaron una invitación a la humillación con el título conseguido de por medio, cuestión que no solo saldría de sus aficionados, algo normal y comprensible por otro lado, sino que partía de la propia institución, y por obra y gracia del propio consejo de administración bético, donde los consejeros fueron los primeros que quisieron mofarse públicamente de, que en el año del centenario sevillista, ganasen la Copa del Rey.
ridiculizando el centenario sevillista.
La prepotencia con la que actuaban institucionalmente tenía visos legendarios. Ganar algo para inmediatamente refregarlo al rival que hacía varias décadas en las que no olía ni una semifinal ¿Algo impensable desde la humildad actual que pregonan hoy en día y que exigen al sevillismo? Compruébenlo ustedes mismos.
Al pobre "shico de donamnué", ni se le pasaba por la imaginación lo que Javi Navarro levantaría después para vergüenza de sus palabras. Estaban en un momento tan dulce, tan de saborear la victoria, y multiplicaron por mil el hecho de mirar a su eterno rival e intentar denigrarlo. Lejos de no echar cuenta a su rival, tienen que ser el niño en el bautizo, la novia en la boda, y el muerto en el entierro. En la portada de feria dedicada con motivo del centenario sevillista en 2005, decidieron que el dibujo del rey San Fernando, debía llevar un escudo del Betis pintado. Cosas “de no echar cuenta al rival”.
Pero estas cosas venían de lejos, no era algo que surgiese como de la nada. En realidad es algo que proviene de sus primeros años de vida, en los que sus sucesivos presidentes confiesan que nacieron para ser rivales del Sevilla FC. Si nacen para eso, lo normal es que estén pendientes del sevillismo, de hecho hubo muchos momentos en los que lo evidenciaron.
No nos detendremos en comentar los casos recientes de ponerle su insufrible himno decenas de veces a los aficionados sevillistas en campo bético; o cerrarle el vestuario a los jugadores blanquirrojos para que no fuesen a saludar a la afición tras infligirle el ya acostumbrado castigo goleador en su propio feudo. Tampoco nos referimos a que en alguna ocasión echasen salfumán y lejía en el vestuario sevillista, haciendo el aire irrespirable, como ocurrió a finales de los años 90. Pero aún hay más.
Tras esto tienen la desfachatez de llamarnos “palanganas del visillo”. Un acto público, en el que sus directivos tienen la ocasión y la oportunidad de realzar las virtudes verdiblancas, (o las pocas que les quedan) como fue un acto en Bilbao, junto a directivos del Athletic, y solo se les ocurre hablar del equipo rival a 900 kilómetros de distancia, además para insultarlo con una actitud indecorosa y bajuna, solo atribuible al estilo que les caracteriza desde siempre. Ningún directivo sevillista osó jamás dirigirse al otro equipo de la ciudad en esos términos. Incluso los directivos bilbaínos se ofendieron, llamando la atención del personaje que representaba a su club en esos momentos, sin que se oyese reprobación alguna por parte de su propia institución a posteriori.
¿Qué se podría esperar de un club, que tiene como uno de sus hitos más importantes en su museo, haberle ganado un partido oficial al Sevilla FC en los años 50?
Pero actos públicos más recientes no estuvieron exentos de polémica, el 10 de mayo de 2006 fue la fecha marcada por el sevillismo para iniciar una carrera de éxitos interminables, pero igualmente, en consecuencia con lo anterior, fue la marcada por los propios béticos para dejar de adorar a su sempiterno dios, Donmanué, y hacer como si nunca lo hubiesen conocido, repudiándolo y abandonándolo. Desde entonces, casi doce años de sufrimiento, Almax, Hemoal, Trankimazin, y otros métodos más naturales de calmar el dolor en sus adentros, dan como resultado esto que pueden ver.
Los otrora títulos que se disponían refregar, daban paso por ausencia de los mismos, a otras acreditaciones morales que por supuesto sobrepasarían a los de cualquier palmarés que ostentase el sevillismo. Pues sí, periodistas ultras béticos declarados, no tienen el menor reparo en arremeter contra el Sevilla FC a la menor ocasión que se les presenta, exponiendo atributos y virtudes, que como todos ustedes saben, son mayores y mejores que cualquier título, siempre y cuando no sea el conseguido por ellos, como hemos demostrado antes, en cuyo caso será lo máximo, por pequeño que sea.
De nuevo un acto oficial, un cantante bético, arenga a su afición, no con cánticos propios, ni realzando actitudes béticas. Ni tan siquiera haciendo referencia a su rival de una forma satírica, que incluso podría comprenderse, vista su afición a estar pendientes del Sevilla FC, sino insultando gravemente.
No pondremos comentarios de rancios tuiteros y foristas internautas, pero dé una vuelta para comprobar que ellos “no están pendientes del Sevilla FC”, entiéndase la ironía.
Presidentes, directivos, aficionados, periodistas, y artistas béticos, desde la humildad y los valores que proclaman, difícilmente dejan de estar pendientes del club sevillista, a tenor por lo que probamos.
Que sigan así durante muchos años más.
No os preocupéis, "palanganas del visillo", ellos lo harían igual, pero multiplicado por mil.
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