Revista Espiritualidad

Palito de coco… extranjero, dominicanidad y el asunto haitiano

Por Vmrawlins @VMRAWLINS

Palito de coco… extranjero, dominicanidad y el asunto haitiano

El tema del fallo del TC ha despertado multiples respuestas
dentro y fuera del pais. Unas a favor, otras en contra. Pero
que se oculta en verdad tras los intereses de las ONG pro
haitianos?

Parecen que ninguno de los temas tiene relación. Quizás porque no vemos el panorama general. Con la marejada provocada por el fallo del Tribunal Constitucional de negar la nacionalidad dominicana a los hijos y las hijas de extranjeros ilegales el tema ha estado en la palestra. El boicot hecho por un grupo de respetables, pero poco informadas damas (o mejor dicho manipuladas) en un acto donde nuestro presidente hablaría, es una muestra de que el tema haitiano esta candente. Se ha tomado el fallo como excusa para decir que nuestro país persigue a los haitianos… pero no se toman la molestia de decir la información completa: es para todo hijo de extranjeros ilegales. ¿Qué hay detrás de esto? Bueno, hagamos un poco de memoria histórica. Cuando el fenecido Dr. Joaquín Balaguer era presidente de la República expreso en varias ocasiones las intenciones foráneas de unificación de la isla. En ese tiempo se puso caso (quizás por quien lo dijo) y se tomaron iguales medidas para evitar dicha situación.
En países de Europa, específicamente España y Francia se denomina a nuestro país “Haití”. ¿Sabía que existe una versión del himno panamericano en el que no está “Santo Domingo”, sino “Haití”? Organizaciones religiosas, como la Sociedad de Jesús (jesuitas) han patrocinado ONGs pro haitianos. Familias adineradas como los Clinton y Rockefeller, de la nobleza estadounidense, han dado su claro apoyo por los derechos de los haitianos aun en detrimento de los dominicanos. El grito de las damas antes mencionadas, “Todos somos Haití” tiene doble sentido: apoyo a los haitianos por la nacionalidad dominicana (cosa que sorprende pues la Constitución haitiana, según tengo entendido, prohíbe la doble nacionalidad) y la política de las organizaciones antes mencionadas de que República Dominicana y Haití sean uno mismo. Los haitianos todavía tienen la idea de Toussaint de que la “isla es una e indivisible”. Económicamente es rentable que haya una sola nación en la isla. Los países ricos (en teoría) no quieren una oleada de indocumentados haitianos (y de otros lugares) en sus territorios, por lo que es más factible una isla nación unida. Es más, Estados Unidos y España, con su crisis económica saben que más inmigrantes sería un gran problema. Lo mejor es mantenerlos en sus terruños.
Quizás usted piense que son exageraciones. Pero le invito que entre al internet e investigue sobre algunas de esas organizaciones, quienes las financian y cuáles son sus verdaderos propósitos. Ahora; ¿en que entra Palito de Coco? Bueno, ¿no se ha fijado que la popularidad del mismo se acrecentó cuando el debate estalló? Los ciudadanos estamos ajenos a las cosas que se mueven más arriba; pero que si analizamos y comparamos podríamos discernir. Una buena estrategia (teorizo) seria esta: aprovecho un fenómeno de redes, que sin la promoción de los medios de comunicación hubiese pasado desapercibido, lo tomo lo afino y lanzo para causar simpatía entre los dominicanos de esta nueva generación y que se convierta en un símbolo para los haitianos. ¿Qué imagina pasaría si por cosas de la vida inmigración decide tomar a Palito de Coco y su familia y mandarlos para Haití? ¿Qué harían los haitianos y las ONGs que los patrocinan si este señor reclamase la nacionalidad para su hijo y se la negasen? ¿Lo ha pensado? Símbolo para aquel lado; piedra en el zapato para el nuestro.
Los dominicanos debemos tener conciencia. Nuestro país costo mucha sangre para dejar que otras nacionales (que no les importa en nada a los haitianos, sino solamente las ganancias que de ellos pueden sacar) amenacen nuestra nacionalidad. Nos acusan de racistas, intolerantes, y que maltratamos al haitiano. Pero, volvamos hacer acto de memoria, han pasado 10 años desde el terremoto que azoto Haití y que sepamos esos países preocupados no han hecho nada. Fue a la Republica Dominicana que le toco costear los operativos. Si de racistas se trata, tanto en dichos países la xenofobia esta al día. Discuten de la decisión de un organismo dominicano en cuanto a inmigración; pero la tan cantada “Reforma migratoria” no se le ve salida. Dicen que maltratamos a los haitianos; pero a los dominicanos nos maltratan y al mexicano y centroamericano. La pena que da es que muchos dominicanos dicen que esas cosas son las que no nos dan el derecho de hacerlo. Como si se cometiera un crimen. Estoy de acuerdo con la regularización del estatus legal de los inmigrantes. También que la ley no sea retroactiva (aunque algunos juristas han aclarado que no lo es), sino a partir de ahora. Que el extranjero que quiera la nacionalidad pase por investigaciones y formas. Pero manteniendo el “derecho constitucional de admisión”. 

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