Paloma, nos cuenta algunos detalles sobre su nueva historia en esta entrevista que os dejamos a continuación.
viveLibro (V): Paloma, ¿cómo surge la idea de Belilla, la ardilla?
Paloma Sánchez Muñoz (PSM): Fue hace dos años. Pensé en escribir una colección de libros infantiles concienciados en un tema tan actual como es el cambio climático para acercar el tema a los más pequeños de forma divertida pero seria. De hecho, la mejor forma de entender, el porqué de, la creación de esta historia y su colección, es escuchar la canción: We are the World de Michael Jackson.
V: Este es tu tercer cuento infantil, ¿tiene alguna relación este cuento con los anteriores (Clara no quiere peinarse y El descubrimiento de Lisa)?
PSM: Sí y no. Los dos primeros libros forman parte de una colección llamada “los niños quieren ser buenos” pero el segundo libro, El descubrimiento de Lisa, de esta primera colección contiene parte de esta historia, lo que hace que abra esta segunda colección Ama tu planeta.
V: ¿Por qué has pasado al mundo animal con tus personajes protagonistas en este tercer cuento? PSM: Todos vivimos en este planeta, seres humanos y seres vivos, y había pensado en el mundo animal porque a diferencia de que el ser humano, ellos piensan en sobrevivir en su hábitat natural y protegerlo sin tener que modificarlo como hacemos los humanos. Además, aunque aquí tomen protagonismo los animales y los entornos, eso no quiere decir que el ser humano no sea protagonista, lo es, pero en segundo plano. Como dijo en su día el monarca Enrique IV : ¿sabéis porque me gustan más los animales que las personas? Porque son leales cuando acompañan y nobles cuando luchan, ellos jamás te traicionan ni te exigen nada”.
V: ¿Qué van a aprender los más peques con la historia de Belilla, la ardilla?
PSM: Con esta colección a los más pequeños se les plantea uno de los problemas más graves de la humanidad de una forma clara y amena que ayudara a mayores y pequeños. A los mayores a concienciar a los más jóvenes de la casa sobre este problema que nos afecta a todos. A los más peques a conocer y saber enfrentar cada uno de los problemas causantes de esta grave enfermedad que es el cambio climático que nos afecta a todos y a luchar juntos en contra para cambiar la realidad y que podamos vivir mejor en un futuro.
V: ¿Crees que son necesarias más historias infantiles como las tuyas para que los peques se aficionen a la lectura?
PSM: Sí, pero no solo las mías, sino también títulos de otros autores ya consagrados en el sector. Como ya dije, es una forma para aprender valores y temas nuevos. De esta forma poder enfrentar de manera más preparada el futuro que se les avecina.
V: ¿Qué ha sido lo más complicado y lo más sencillo en todo el proceso creativo del libro? PSM: Para responderte a esa cuestión te diré que lo más complicado ha sido la elección de las ilustraciones del libro y ponerme de acuerdo con la ilustradora así como también la tipología de letra que iba a aparecer en los ejemplares que debía ser de fácil lectura y acordes a las edades de los lectores. Así mismo lo más fácil ha sido la redacción de la historia ya que ya la tenía pensada y solo tuve que plasmarla en papel.
V: ¿Tienes más proyectos dentro del género infantil en mente o te atreverás con la novela para adultos?
PSM: Tengo más proyectos infantiles, estos nunca faltan, para las dos colecciones que tengo en marcha: Los niños quieren ser buenos y Ama tu planeta y posiblemente en un futuro me ponga con la novela juvenil y adulta pero este segundo proyecto aún está en proceso de creación y corrección.
V: ¿Qué le dirías a los lectores para que se llevaran Belilla, la ardilla a casa?
PSM: Como ellos mismos saben y están viviendo en sus carnes, igual que yo misma, el problema del cambio climático aunque lo nieguen está ahí e igual que nosotros tenemos que tomar conciencia de ello y actuar, los más pequeños también tienen derecho de saber que está pasando a su alrededor y ahí esta nuestra labor como familiares y educadores: tenemos que presentarles el tema de forma seria y clara pero a la vez amena para que ellos comiencen a tomar conciencia de lo que le está pasando a su entorno natural tanto cercano como lejano y de esta forma ayudar a los mayores a buscar soluciones.
No podemos engañarles o pintarles la realidad diciéndoles que no pasa nada y que todo sigue igual porque no es así y ellos se están dando cuenta por esa razón nos bombardean a preguntas y nosotros tenemos que respondérselas con cariño, sinceridad y seriedad sin olvidar que son aun niños.