PAN CON MIEL, en octubre en las librerías

Por Jrdecea

Hola, amigos, buenas tardes. De nuevo con vosotros en esta tarde que, al menos por Valencia, es muy, muy calurosa. La humedad provoca que la sensación térmica sea altísima y tengamos que estar permanentemente con el aire acondicionado encendido.

Hoy quiero compartir con vosotros nuestra alegría porque un nuevo cuento ilustrado verá la luz, de nuevo de la mano de Sar Alejandría. De ello os hablé en la entrada https://jrdecea-cuentamelos.blogspot.com/2019/07/pan-con-miel-mi-segundo-proyecto-que.htmly os recomiendo que volváis sobre ella porque os contaba cosas interesantes sobre el cambio que sufrió “Pan con miel” que es el cuento del que os quiero hablar hoy. Sí, estamos contentos porque verá la luz el próximo octubre. Mi compañera en este trabajo, Mari Carmen Mordomhttps://www.mcarmen-mordom.com/ https://www.facebook.com/mcmordom/(todos los derechos reservados), está terminando de dar color y refinando los bocetos en los que, junto al texto, hemos estado trabajando duramente.

Creo que el resultado es espectacular.

Estamos encantados con lo que hemos sido capaces de crear, lo que será un magnífico cuento ilustrado que va a enganchar a todo el que se acerque a sus páginas. “Pan con miel” está lleno de fantasía. Yo quise escribir un cuento para niños cargado de fantasía. Un cuento distinto al resto que he escrito. Muchos buscan transmitir valores (la verdad es que todos creo que lo consiguen) como único fin; otros quieren contar, además, una historia de aventuras; pero “Pan con miel” es pura fantasía. Con él se deja volar la imaginación apoyados en una antigua leyenda. De la mano de, Irma, la protagonista, nos metemos en su mundo de ilusión y compartimos con ella ese anhelo y deseo de querer que se cumpla lo que necesitaba y quería que se cumpliese. Nos hace, por un momento, pensar en nuestras ilusiones e imaginar qué pasaría si se cumpliesen. Leyendo “Pan con miel” querríamos tener la oportunidad de poder llegar a actuar como Irma lo hizo para que sus sueños se cumpliesen. “Pan con miel es una historia cargada de fantasía e ilusión.

Hasta tanto tengáis la oportunidad de poder pasar sus páginas y disfrutar del olor a cuento nuevo os traigo estasimágenes y estos párrafos del texto. Espero que, hasta entonces, lo disfrutéis.

Buenas noches y, hoy más que nunca, no dejéis de soñar y de ser felices.

José Ramón.

Sí, dicen que los sueños se cumplen si lo son de verdad y se sueñan con intensidad. Irma quiso poner en práctica lo que escrito en una leyenda, transmitiéndose de generación en generación, llegó hasta ella. Unas bolitas de pan con miel…el exterior de una ventana…la noche…una urraca…el hombre de las montañas…

“Pan con miel” es una historia que irradia sensibilidad e inocencia.

Un cuento cargado de valores: La responsabilidad, la capacidad de esfuerzo y sacrificio…

“Pan con miel” es, sobre todo, fantasía e ilusión.

Cuenta la leyenda que en las montañas mora un hombre de edad desconocida y del que se sabe únicamente que posee una vasija de cristal por cada uno de nosotros. El tamaño de nuestra vasija tiene que ver mucho con el número de personas que llevamos en nuestro corazón. Cuenta también, que una urraca recogerá al amanecer todas y cada una de las bolitas de pan con miel que hayamos depositado, la noche anterior, en el exterior de las ventanas de casa; con la esperanza…………..

Irma, la protagonista de esta historia, conocía muy bien esta leyenda pero nunca pensó hasta qué punto podría ser cierta.

Era la pequeña de una familia con ciertos problemas y con muy pocos recursos, a los que, sin embargo, les sobraba humildad y bondad. Habitaban en una casa en mitad del bosque que se parecía más a una casa de labranza que a una de campo y cuyos antiguos moradores poseían antaño unos terrenos. No era el caso actual de Irma y su familia. Más bien se trataba de una casa ciertamente destartalada. Su padre estaba en cama a causa de una extraña enfermedad. La falta de dinero no le permitía acudir a un centro médico especializado.

Su madre era el verdadero sostén de la familia. Se levantaba de noche, antes de que el sol rompiese por el horizonte, para ir a la ciudad recorriendo caminos, de fango en invierno y de polvo en verano, a lo largo de casi quince kilómetros. Allí, limpiaba en casas, atendía enfermos y mendigaba unas monedas para poder mantener con vida, día a día, a su familia. Para ella sólo existía el presente y, como mucho, el mañana. Regresaba a casa cuando el sol ya se había despedido.

Su hermano, al ser mayor que ella, pasaba su tiempo cuidando de su padre y llevando adelante, como podía, sus estudios. Era la esperanza de su familia. Por su parte, Irma, empezó aquel curso, con el permiso de su madre, a recorrer sola los tres o cuatro kilómetros que separaban su casa de la escuela comarcal. Hasta que creció lo suficiente, estudiaba en casa ayudada por su hermano.

No tenían luz ni agua corriente. Era muy triste ver a la pequeña trabajando tras una vieja carretilla, en busca de madera en los montes cercanos. Peleándose con las piedras del camino que abultaban casi más que ella, y le dificultaban el andar, iba a una fuente cercana de la que, a duras penas, brotaba el agua que necesitaban en casa.………………………………………………………..

En su camino a la escuela siempre tenía que saltar una cerca y atravesar una finca que pertenecía a un hombre con un carácter que, a Irma, le daba mucho miedo. Por ello, en cuanto ponía sus piececitos al otro lado de la valla corría a toda velocidad, con sus libros bajo el brazo, hacia el lado opuesto de la hacienda para salir de ella lo antes posible y poder continuar su camino hacia la escuela, sola por el bosque. Ese atajo le permitía ahorrar una media hora. Cuando estaba a mitad de camino, siempre oía al hombre del carácter agrio maldecir, desde la ventana de la casa, y amenazar con darle una buena azotaina el día que consiguiese atraparla. “Se te van a quitar las ganas de volver a entrar en mi finca sin permiso”, gritaba desaforado y realmente enojado.

“¡Cualquiera le pide permiso!”, pensaba Irma

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Un buen día, Irma, recordó la leyenda del hombre de las montañas y se fue rápidamente a la cocina, cogió un poco de pan duro, lo mojó e hizo tres pequeñas bolitas. Sus manos también lo eran. “Bueno, tendré que hacer más para……………”, pensó. “Seguro que si coloco las bolitas de pan con miel en la ventana la urraca las llevará y…………………………….

Una vez formadas las bolas las untó en miel con mucho cuidado, como el que hace un pastel para el más exquisito de los paladares. Ya preparadas y antes de que llegase su madre, pues no estaba muy segura que aprobase lo que estaba haciendo, abrió el ventanuco de madera vieja y agrietada de su cuarto y las depositó en el saliente, pegadas a los laterales, para evitar que el viento las tirase. Después se chupó los dedos: los tenía muy pringosos, producto de su esmerado trabajo.

Estaba excitada y le costó conciliar el sueño esa noche. Deseaba que llegase el día siguiente para ver si la urraca se las había llevado…………………………..

Con los primeros rayos del sol penetrando por su ventana, se despertó y…………………………….