Pan con semillas de amapola (amasado en amasadora)

Por Marisma

Tenía muchas ganas de probar estas semillas y cuando vi el concurso de La cajita de nieveselena  el cual consiste en realizar una receta de su blog, no dudé cuando vi este riquísimo pan. Ellas lo realizaron en redondo y yo lo he preparado alargado. Me ha encantado su sabor, su miga suave, su fina corteza crujiente y  sobre todo el toque de estas semillas de amapola.

A los que os gusta preparar pan en casa y trabajáis, no os pasa que nunca tenemos tiempo por guardar los largos tiempos de levado? nunca podemos comerlo a la hora de comer. Por eso yo lo que hago últimamente  es preparar la masa a las ocho de la tarde y dejarla tapada con un film transparente en la nevera hasta el día siguiente que libro. Así, después de desayunar, le doy forma, y después de levar, al horno y listo para la hora de la comida. Es una buenísima opción para las que trabajamos y nos cuesta guardar estos tiempos de reposo. La masa queda muy bien y el formado de la miga es muy bueno. Probad y ya veréis que cómodo resulta.

Con esta receta tan buenísima de pan participo en el concurso de La cajita de nieveselena por su segundo aniversario.

Ni que decir tiene que este pan se puede amasar a mano perfectamente, solo que al disponer en casa de una ayuda como esta me cuesta decir que no. El proceso sería el mismo.

INGREDIENTES

-225g. de harina de fuerza (necesité poner tres cucharadas soperas más)

-una cucharadita tamaño moka rasa de sal

-dos cucharadas de leche en polvo(no utilizo, puse dos cucharadas de leche desnatada

-una cucharadita tamaño moka de levadura seca (puse 12g. de fresca, la mitad de uno de los dos cubitos)

-175 ml. de agua templada (puse 25ml menos porque la masa no admitía más agua)

-dos cucharadas soperas de aceite virgen extra

-5 cucharadas tamaño postre de semillas de amapola (puse tres a la masa y otra para esparcir por encima antes del horneado

PREPARACIÓN

Mirad, estas son las semillas de amapola, no las había comprado nunca y de verdad que me han encantado. Una cucharadita en un yogur natural resulta delicioso. Se compran en herbolarios o en tiendas de productos ecológicos.

Poner en el bol de la amasadora la harina, sal, aceite y leche. Poner a amasar con el gancho amasador primero lento, a velocidad 1 dos minutos.

Ahora ponemos un poco de agua templada, no caliente, y subimos la velocidad al 2. Seguimos amasando otros dos minutos.

Ponemos ahora la levadura desmigada y otro poco de agua, seguir amasando. me han sobrado 25ml. y la masa no admite más agua así que ponemos ahora las semillas de amapola y seguimos amasando otros cinco minutos.

pasado este tiempo sacamos la masa del bol a la encimera espolvoreada con algo de harina y hacemos una bola. Ponemos en el bol limpio con un poco de harina y lo tapamos con un paño limpio de algodón.

Dejamos levar hasta que duplique su tamaño, o bien, como es mi caso, que la hice el día antes por la tarde y la dejé toda la noche en la nevera. Por la mañana la sacamos y la dejamos templar para que se le quite el frío un poco. Tendrá este aspecto.

Después del desayuno sacamos la masa a  la encimera con algo de harina, amasamos un poco y damos forma al pan. Estiramos la masa con el rodillo y la enrollamos sobre sí misma para formar una barra. La colocamos sobre un papel de horno que habremos puesto sobre la bandeja donde vamos a hornear el pan.

Tapamos con un paño limpio y dejamos de nuevo que duplique su tamaño, en esta ocasión, dos horas. Transcurrido ese tiempo encendemos el horno a 200º con función aire. Si no tienes esta función, calor arriba y abajo. Mirad como ha crecido.

No olvidemos poner un plato con agua abajo del todo del horno con el fin de que genere vapor dentro del horno necesario para la formación de la corteza. Hacemos unos cortes con el cúter y pulverizamos la corteza con agua. Ahora ponemos semillas de amapola.

Cuando el horno haya alcanzado la temperatura metemos el pan. De vez en cuando, con el pulverizador de agua, pulverizamos las paredes del horno cerrando enseguida. En 35m. aprox. el pan estará cocido y con una corteza dorada y crujiente. Lo sacamos y lo dejamos enfriar sobre la rejilla del horno.

Ummmmm, como suena al cortarlo con el cuchillo de sierra!