La receta de hoy no es dulce, pero siendo una masa que lleva azúcar y va al horno, me lo vais a permitir por esta vez…
Y es que toda mi vida me había hecho ilusión aprender a hacer pan, pero (así en confidencia, ahora que no nos oye nadie) soy suuuuper vaga, y lo de preparar la masa madre, las horas de espera y demás, me echaban para atrás…
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Bueno, pues vamos allá.
- 200 gr de copos de avena
- 200 gr de harina integral
- 125 gr de harina de fuerza
- Una cucharada colmada de levadura en polvo (aprox. 6 gr)
- 2 cucharaditas de azúcar moreno
- 2 cucharaditas de sal
- 250 ml de leche
- 250 ml de agua
Comenzamos mezclando los ingredientes secos: los copos de avena, la harina integral y la de fuerza, junto con la levadura. Agregamos el azúcar y la sal.
Con las manos o con ayuda de una cuchara, hacemos un hueco en el medio de la mezcla que acabamos de preparar, en el que vamos a verter el agua y la leche. Poco a poco vamos incorporando la mezcla de harinas sobre los ingredientes húmedos, hasta que quede completamente integrada.
Vertemos la masa en un molde y la llevamos al horno, sin precalentar.
Horneamos 45 minutos a 110º. Al cabo de ese tiempo lo giramos para que se haga igual por todas partes, y lo dejamos 1 hora más a 180º. En mi horno, que solo tiene opción de calor arriba y abajo al mismo tiempo, al girarlo aprovecho y le pongo pongo una hoja de papel de aluminio por encima, para evitar que me tueste demasiado.
Una vez transcurrido este tiempo, lo sacamos y lo dejamos enfriar. Y ya está, listo para comer, y riquíiiiisimo!!!