Un mes, un mes entero de partidos, rumores sobre jugadores, decepciones y alegrías, sobre todo para los españoles, campeones de esta edición de la copa del mundo. Y desde el domingo por la noche estamos de fiesta. Una fiesta más que deseada, más bien necesaria, que ha sacado al país del pesimismo económico y social derivada de la crisis que nos rodea.
Así que una vez más, como dijeran los romanos en su día: pan y circo... vendito pan y circo que nos ha lanzado a las calles a celebrar, a darnos a conocer como ese país tan alegre que tan bien sabe organizar grandes eventos y espero que a su vez, animando a los extranjeros a visitarnos y compartir nuestra felicidad.
Gracias selección y gracias a mi Real Sociedad, dicho sea de paso.