Es cierto que os prometimos ser algo light para recuperarnos un poco de los excesos navideños. Sin embargo, nos ha sido imposible, no podemos resistirnos a lo dulce. Pero a nuestro favor diremos que hemos intentado que la Panacota que os traemos hoy, fuese menos calórica.
Esta creación es típica de Italia y es una especie de flan de nata, pero cuya textura y sabor recuerda más a la cuajada. Normalmente existen infinidad de variantes de la receta, nosotr@s os mostramos la más sencilla, como siempre.
- 1 brick de nata.
- 2 láminas de gelatina neutra.
- Azúcar al gusto.
- Vainilla.
- Mermeladas.
- Frutas.
Primero. Ponemos la gelatina en agua para que se hidrate. Mientras, vertemos el brick de nata y echamos el edulcorante/azúcar al gusto. Calentamos a fuego lento hasta que empiece a hervir, en ese momento lo retiramos. Queremos que la nata esté únicamente caliente. A continuación, echamos la gelatina sobre ella y removemos hasta que quede todo bien disuelto y homogéneo.
Segundo. Es la hora de verter el contenido en un molde de silicona, de usar y tirar o si es de aluminio, que sea de tipo flan. Esperamos hasta que se enfríe la nata para meterlo un par de horas en la nevera.
Tercero. Por último, solo nos queda tocar con el dedo la nata cuando haya pasado el tiempo previsto. Si está endurecida, nuestra Panacota estará lista: de no ser así, dejadla unas horas más. Cuando vayáis a desmoldarla, debéis ayudaros con un cuchillo, pasándolo por toda su parte lateral. Así, podréis sacarla mejor. Luego es el momento de decorarla. Nosotr@s hemos optado por fresas, mermelada de melocotón y un poco de chocolate.
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Texto e Imágenes: PROPIAS