Y lo que más duele es la decepción que te llevas con alguna persona, persona que en el pasado llegué a considerar un amigo, que da igual lo alto que haya subido porque nunca utilicé esa amistad para pedir ni conseguir nada en todos estos años. Cuando lo único que deberías esperar es una disculpa porque ha consentido que lleguen a mentir sobre ti en un periódico (por cierto, sólo esperaba silencio, ni siquiera la disculpa), pues de pronto resulta que te da por mirar y ya ni siquiera somos amigos por Facebook. Que sí, que es una tontada, pero lo que me duele es lo que eso implica. Prefiere desvincularse de mí antes que reconocer que alguien que por cierto no fui yo, no lo hizo bien.
Entiendo que es difícil entender esta situación así escrita sin muchos detalles, pero tampoco tengo ganas de darlos porque esto no sería una entrada, sería un capítulo de una novela. Sólo pretendo desfogar un poco y si tengo suerte y esta persona lee esta entrada, pues al menos que vea cómo me siento. Ya lo de que reflexione o sienta que lo ha hecho mal, pues ni siquiera lo espero visto lo visto.
Aunque todo esto no ayuda a que ya no mi situación anímica, sino mi situación clínica mejore, sí debo agradecer el apoyo de muchos compañeros que han estado ahí y no han dejado de preguntar por mi salud.
Así que todo esto ha nublado la alegría que sentí días antes, cuando después de muchos muchos intentos conseguí por fin hacer un Pandoro, además de los hojaldrados, casi ná. Sí, ya lo sé, es una tontada, pero a mí son estas pequeñas cosas las que me hacen el día a día más alegre, procuro vivir sin buscarme problemas y desfrutando de las pequeñas cosas, aunque en ocasiones haya alguien que miente descaradamente para salvaguardar su culo y entonces te pone a ti en el disparadero para quedar bien (que es un gran resumen de lo que ha pasado).
Ingredientes:
Prefermento:
* 15 gr. de levadura fresca.
* 60 ml. de agua tibia.
* 50 gr. de harina de fuerza.
* 1 yema de huevo.
* 10 gr. de azúcar.
1ª masa:
* Todo el prefermento.
* 6 gr. de levadura fresca.
* 25 gr. de azúcar.
* 1 huevo.
* 200 gr. de harina de fuerza.
* 30 gr. de mantequilla.
Masa final:
* La 1ª masa.
* 2 huevos.
* 110 gr. de azúcar.
* 200 gr. de harina de fuerza.
* 140 gr. de mantequilla fría.
* 3 gr. de sal.
* 1 cucharada de vainilla en pasta.
Preparacíón:
- Hay que empezar haciendo la esponja disolviendo la levadura en agua tibia.
- Mezclamos bien con la harina, el azúcar y la yema de huevo.
- Tapar y dejar reposar en la nevera durante varias horas, lo podéis hacer a última hora de la tarde y dejarlo durante toda la noche. Al día siguiente la masa habrá crecido y tendrá muchas burbujas.
- Esa esponja que tenemos la colocamos en el bol de la batidora, añadimos la levadura disuelta en un poco de agua tibia (con una cucharada será suficiente).
- Añadimos el azúcar, el huevo batido y la harina y amasamos bien (con el accesorio de gancho) hasta obtener una masa suave, añadimos la mantequilla en pomada y volvemos a dejar reposando tapada con film transparente en un lugar cálido hasta que doble su volumen, más o menos durante una hora.
- Ahora haremos la 2ª masa añadiendo toda la masa que ya teníamos agregando los huevos, la vainilla, la sal, el azúcar y la harina.
Hay que mezclar bien cada ingrediente antes de añadir el siguiente, y a continuación amasar hasta que la masa sea muy lisa y elástica. Yo lo hice en la amasadora, con el gancho y necesitó un buen rato de amasado.
- Dejamos reposar hasta que doble su volumen en un lugar cálido y tapado de nuevo con film transparente.
- Preparamos la mantequilla cortada en láminas y colocándola entre dos papeles de horno encerados y la extendemos bien con el rodillo.
- Extendemos la masa en la mesa rociada con un poco de harina (para que no se nos pegue), desgasificamos y extendemos con el rodillo hasta conseguir un rectángulo que sea el doble del tamaño de la placa de mantequilla que tenemos preparada.
- Colocamos la placa de mantequilla sobre la de masa, llevamos las esquinas de la masa hacia el centro y volvemos a extender con el rodillo. Después dividimos mentalmente la masa en 3 partes, llevando las dos de los lados hacia el centro (como si se tratara de hojaldre).
- Envolvemos en film transparente y llevamos al frigorífico unos 30 minutos y repetimos este último paso otras 2 veces, que sean 3 plegados en total.
- Boleamos la masa y metemos en el molde engrasado, dejando la parte bonita hacia abajo y que vuelca a reposar de nuevo hasta que aumente su volumen.
- Horneamos con el horno precalentado a 180ºC con aire durante 15 minutos en la parte más baja del horno, bajamos a 150ºC y dejamos que se hornee durante otros 20 minutos.
- Dejamos reposar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldar. Ya desmoldado lo dejamos enfriar sobre una rejilla y espolvoreamos abundantemente con azúcar glas.
Es un proceso largo, no difícil, pero sí que necesita mucho tiempo y nunca sabes si subirá la masa, o cuando la tengas en todo lo alto se vendrá abajo, o si a la hora de hornearla no sube, o se queda pegada en el molde. Todas esas cosas me han pasado en intentos anteriores, aunque debo reconocer que me invadió una sensación de plena satisfacción cuando lo vi tan alto y tan chulo y cuando probamos lo rico que estaba...bufff, ni os cuento.
En fin, que yo seguiré intentando centrarme en gozar con estas cosas, en disfrutar del cariño de mis compis y amigos (que me consta que lo tengo), y como siempre con mi familia, la que nunca me falla y me quiere sin condiciones. Muchos besos y hasta la siguiente entrada.