Panecillos caracola

Por Recetasalicia


Tengo una fan de mis panecillos, no sólo de éstos que hoy os traigo ¡¡¡le gustan todos!!! Para ella es día de fiesta si hay panecillos. Probablemente ese día será lo que más coma y dejará lo demás para darse su pequeño atracón. Pero hacer pan lleva su tiempo, hay que estar pendientes de levados y amasados, ese día nos tenemos que olvidar de otras cosas, al menos es mi caso, por eso los voy dejando y dejando. Ya sabía yo que le daría una alegría inmensa cuando al llegar a casa se encontrara con ellos, recién horneados, dispuestos en la panera y desprendiendo aromas hasta la puerta de la calle. 
Esa persona es mi hija a quien le dedico hoy esta entrada, con todo mi cariño por ser una chica soñadora, que piensa que aún el mundo se puede mejorar, que odia las injusticias, que se entrega en cuerpo y alma a lo que hace; eso sí, muy impulsiva, lo que a veces le gasta malas pasadas por creer en quien no debe, es muy confiada y las personas no son todas de fiar. Le doy las gracias por ser mi hija y como premio ¡una de panecillos!
Ingredientes:
Leche entera 150 ml. (se apartan tres cdas.  para diluir la levadura).Harina de fuerza 550 g.Levadura seca 3 cdtas.Mantequilla 60 g.Huevos tamaño L, 2 + 1 yema para pincelar.Semillas de amapola.Sal 2 cdtas.Azúcar 1 cda.
Elaboración:


Calentar la leche y añadirle la mantequilla y el azúcar. Reservar.

Disolver la levadura en las tres cucharadas de leche tibia que hemos apartado y dejar reposar tapada diez minutos.
 
Batir los huevos. Incorporamos la leche con la mantequilla y azúcar, diluimos, y añadimos la levadura. Poco a poco integramos la harina con la sal haciendo una masa homogénea.
 
Pasamos a la encimera (si no se pega no es necesario ponerle harina) y la amasamos diez minutos. Hacemos una bola y  dejamos en un recipiente ligeramente aceitado tapada con film, para que leve alrededor de una hora y media en un sitio cálido.
Desgasificamos y porcionamos en doce trozos. Formamos con cada trozo cilindros alargados, de algo más de un dedo de gruesos, haciéndolos rodar por la mesa y después los enrollamos en espiral para formar caracolas. Metemos los extremos por debajo y los presionamos. Colocamos sobre una bandeja de horno y los dejamos que leven de nuevo, al menos media hora y en sitio cálido.

Mientras, encendemos el horno a 220 ⁰C.
 
Pincelamos con la yema batida diluida en algo de agua. Esparcimos las semillas de amapola y los metemos al horno para que se doren alrededor de quince minutos.
 
Aireamos sobre una rejilla y listos para comer.
Mi fuente ha sido: C. Bretherton.