Desde que vi esta pedazo de receta en el blog de mi amigo Juanan está en mi lista de pendientes, y es que con el año nuevo me hice un listado de recetas que tenía que hacer sí o sí, y esta es una de ellas.
Como podéis ver se trata de unos panecillos que están hechos en sartén, por lo que no tenéis excusa para hacer vuestro propio pan si no tenéis horno.
Yo sabía que iba sobre seguro porque me fío de Juanan y una vez más no me ha defraudado, son unos panecillos ligeros que sirven tanto para dulce como para salado (nosotros los hemos probado tostados con mermelada y mantequilla y como panecillos de hamburguesas y están riquísimos), son muy fáciles de hacer y os aseguro que os van a encantar.
¡¡A ponerse el delantal!!
Ingredientes (a mi me salieron unos seis panecillos bastante grandes).
- 250 gramos de harina (no hace falta que sea de fuerza).
- 125 ml de agua templada.
- 30 ml de aceite de oliva.
- Un sobrecito de levadura de panadería seca (es totalmente distinta a la de repostería).
- 1/2 cucharadita de sal.
En un bol, mezclar la harina, la levadura y la sal. Añadir el agua templada, el aceite y el huevo y amasar. Cuando la masa esté más o menos homogénea, pasarla a una superficie de trabajo ligeramente enharinada y amasar durante un par de minutos. Formar una bola con la masa y dejarla reposar en un bol untado con aceite durante veinte minutos.
Pasar la masa a la superficie de trabajo ligeramente enharinada y trabajarla con ayuda de un rodillo, estirándola hasta que tenga más o menos un dedo de grosor.
Con ayuda de un cortapastas (o de un vaso si no tenéis cortapasta), cortarlos con cuidado y poner dos o tres en una sartén antiadherente a fuego lento. Cocinarlos tapados durante cuatro minutos, darles la vuelta y hacerlos otro cuatro minutos también tapados.
Espero que os haya gustado.