Ya se los advertí. Estamos ante un tsunami de tinta roja". Las bolsas han caído sin parar, y lo de hoy ha sido estruendoso: el Ibex se ha desplomado un 5,45% dando cuenta que ya nadie cree en el mercado, ni en las soluciones de parche. Todas las bolsas se han ido a pique, y Wall Street ha seguido esa misma nota. Da lo mismo que se rescate o no a Grecia, pues la deuda global es indevolvible. Como he señalado aquí estamos frente a frente al momento de la verdad.
La deuda, el exceso de gasto, las guerras inútiles, han llevado al mundo a este desolador panorama nutrido por el consumismo excesimo, los abusos y la total falta de mesura y transparencia. Las deudas son diez veces mayores a lo que el mundo produce en un año completo, y los descuadres da caja son cuantiosos. Sólo la deuda de los PIIGS de corto y mediano plazo llega a los 3.900.000 millones de dólares, bastante más que el PIB combinado que alcanza los 3.300.000 millones de dólares. No se requiere ser genio financiero para detectar la anomalía.
Todo esto es por dejar al mercado actuar a sus anchas, y eliminar todas las políticas contracíclicas que permitían la amortiguación del ciclo. Así es como en treinta años del más descomunal derroche (desde las guerras en adelante) el mundo ha llegado a este descalabro gigantesco. Se estima que los países europeos deberían tener ahorrados cuatro veces la media de su PIB (un equivalente a 60.000.000 millones de dólares) para garantizar algún tipo de futuro. Como esos ahorros no existen, no hay futuro alguno.
¿Problema de los PIIGS?. No, la deuda estadounidense es diez veces mayor y ahí está el mayor foco de problemas. ¿Se entiende por qué Estados Unidos presiona a China para que "libere" al dólar? Una vez que esto ocurra, Estados Unidos se permitirá hacer una fuerte devaluación del dólar. Esto también podrá permitírselo la Unión Europea. No hay otra manera de licuar la deuda.
Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización