Título original: Hush
Año: 2009
Duración: 91 min.
País: Reino Unido
Director: Mark Tonderai
Guión: Mark Tonderai
Música: Theo Green
Fotografía: Philipp Blaubach
Reparto: William Ash, Christine Bottomley, Andreas Wisniewski, Claire Keelan, Stuart McQuarrie, Robbie Gee, Peter Wyatt, Sheila Reid, Shaun Dingwall
Buena road movie de terror, que al finalizar de verla, no querrás coger un coche en una buena temporada.
Vas conduciendo tranquilamente por la autopista... estas perdido en la inmensa nocturnidad de la carretera con tu novia durmiendo en el asiento del copiloto, estas cansado de trabajar colocando carteles publicitarios en cada estación de servicio que os cruzáis... repentinamente un camión te adelanta y esté debe frenar bruscamente frente a ti, debido a un control policial. Durante unos instantes la puerta trasera del camión se abre y puedes observar a una mujer semidesnuda gritando y pidiéndote auxilio. Este es el impactante inicio de la película británica Hush o como a llegado traducida en nuestro país Pánico (Hush).
Mark Tonderai firma su primer largo como director, guionista y productor de la cinta de una manera más que satisfactoria. La introducción a la misma es muy atrayente pero a medida que avanza el metraje, este se va diluyendo tópico tras tópico. Teléfonos móviles sin cobertura, coches con las llaves puestas, asesinos metódicos se vuelven torpes... Pero no os alarméis, la suma total del film da muy buen resultado y deja un buen gusto al terminarla de visionar. Durante toda la película la tensión se palpa en el ambiente y para ayudar a esto tenemos al camionero encapuchado y varios giros en el guion muy logrados.
Los protagonistas de la cinta son un joven llamado Zakes Abbott (William Ash), su novia Beth (Christine Bottomley) y por supuesto el misterioso camionero, que parece que en sus ratos libres se dedica a raptar jovencitas.
En definitiva, una muy buena road movie de terror para pasar un buen rato, aunque puede que al terminar la cinta no quieras volver a coger el coche durante una temporada. Lamentablemente aunque el conjunto es muy notable, nos acaba recordando inevitablemente a otras cintas del género como Joy Ride o Rest Stop. Una última pregunta para reflexionar después de haber visto el film. ¿Por qué en este tipo de películas el malo siempre suele conducir un camión? El gremio de camioneros no debe estar muy contento con el género de las road movies.
Firma: Omar Parra.