La Panna Cotta, como dice su nombre en italiano, es una “crema o nata cocida”. Y si estas buscando hacer un postre sencillo y que te deje como una reina o rey en la cocina, definitivamente, éste es el indicado. De textura suave y sabor sutil, se fusiona perfectamente con las jaleas (especialmente las de frutos rojos), logrando una composición de sabores únicos.
Ingredientes: (4 a 6 Porciones)
500 ml. de Crema de Leche (Nata de Montar) 2 Hojas de Cola de Pez (Colapez) de las Grandes. (Si tienes las chicas, usa 3) 1/2 Cda. de Esencia de Vainilla 100 g. de Azúcar
Preparación:
1 En un recipiente mediano, dejamos remojando las hojas de gelatina en agua fría para que se ablanden por aprox. 5 minutos. Luego incorporamos la crema con el azúcar en un cazo y lo llevamos a fuego bajo, hasta que levante temperatura.
2 Cuando notes que la crema está a punto de romper hervor, apaga el fuego. Incorpora la esencia de vainilla. Saca las hojas de gelatina del recipiente donde estaban, escúrrelas apretándolas con la mano, y luego echa las mismas al cazo.
3 Con una cuchara (de preferencia plástica) revuelve lentamente hasta que las hojas de gelatina se disuelvan completamente. Una vez listo, deja reposar todo por unos minutos para que baje la temperatura de la preparación. Luego con la ayuda de un cucharón o cuchara, llena tus moldes o compoteras con la Panna Cotta, tápalos con un film, y llévalos a la heladera o refrigerador por unas 4 horas como mínimo.
4 Para servir puedes decorar con jaleas o frutas. En este caso, yo las serví con una jalea de frutillas y frutillas frescas. Tips: Puedes conservar la Panna Cotta durante una semana bien refrigerada. Para desmoldar con mayor facilidad puedes sumergir un par de segundos la parte inferior del molde en agua caliente