La panna cotta es un postre típico italiano, podríamos decir que es algo así como un flan de nata. Mi madre es quien descubrió esta receta de panna cotta con mango, de manos de Eva Arguiñano. Probo de hacerla y ahora casi siempre que vamos a comer nos hace este postre, ya que es sencillo y que decir lo bueno que está, con el mango que le da un toque tropical muy fresco. Y esta receta mi madre me la paso a mí, y yo la comparto con vosotros.
Ingredientes (8 copas):
1/2 Litro de Leche
1/2 Litro de Nata
4 Hojas de gelatina
4 Cucharadas soperas de azúcar
1 Vaina de vainilla o canela
Zumo de 1 naranja
1 o 2 Mangos
Menta para decorar (opcional)
Preparación:
1. Calentamos en una olla la leche, la nata y el azúcar. Quitamos las semillas a la vaina de vainilla, raspándola con un cuchillo y añadimos a la leche. Movemos todo con una varilla y dejamos que se caliente a fuego medio alto.
2. Ponemos en remojo las hojas de gelatina en agua fría, durante un par de minutos (si las dejamos mucho tiempo podrían fundirse). Cuando hierva la leche y la nata, escurrimos las hojas de gelatina y añadimos a la olla. Removemos con las varillas, retiramos del fuego y servimos en nuestros recipientes. Dejamos enfriar a temperatura ambiente primero y después en la nevera.
3. Pelamos los mangos, troceamos uno, y lo ponemos en el vaso de la batidora junto con el zumo de naranja, trituramos bien hasta que nos quede un puré fino. El otro mango lo cortamos a daditos pequeñitos y añadimos al puré. Cuando nuestras copas de panna cotta estén frías, ponemos un poco de puré de mango por encima y decoramos con unas hojitas de menta.
Consejos:
Como veis es una receta muy fácil, os recomiendo que pongáis las cantidades que indica la receta, porque si no os podría pasar que la panna cotta os quede muy líquida o por el contrario demasiado espesa.
Y como sugerencia podéis probar con otras frutas, con fresas queda también muy rica.