Una de las técnicas fotográficas que no había probado hasta este verano era hacer una panorámica.
En mis vacaciones a Málaga encontré la oportunidad perfecta ya que desde la habitación del hotel se tenía una magnífica vista de la ciudad… y al tener la posibilidad de plantar el trípode en la terraza podía hacer mil pruebas y tirarme las horas necesarias para lograr lo que buscaba. Y es que al practicar una técnica nueva o con la que no se está muy familiarizado lo mejor es poder hacerlo con calma.
En cualquier caso quería compartir con vosotros los problemas con los que me encontré en esta primera vez que que me enfrenté a esta técnica para que no cometáis mis mismos errores cuando la intentéis vosotros.
Mi idea inicial era hacer la foto al atardecer para así poder captar los tonos anaranjados del cielo malagueño… con lo que tuve que empezar con la preparación mucho antes (todos sabemos lo poco que dura ese tono en el cielo).
Lo primero fue escoger el encuadre, y para ello no hay otro modo que hacerse una composición en la mente, imaginar el resultado, pensar que elementos sobran y cuales son necesarios.
Una vez que crees que sabes lo que quieres que aparezca hay que empezar con las mediciones. Para esto opino que el modo Manual de la cámara es fundamental para que toda la imagen final tenga una coherencia en la luz. Si miráis mi panorámica resultante os podéis imaginar que si hubiese dejado a la cámara “hacer lo que quiera” el cielo del fotograma de la iglesia tendría una iluminación X mientras que el fotograma más a la derecha saldría un cielo quemado porque la cámara intentaría que no estuviese tan oscura la imagen. Quizás habría otra manera de hacerlo (por ejemplo medir siempre la luz en el cielo), pero creo que de esta forma se tiene un mayor control.
También hay que tener en cuenta a la hora de elegir los parámetros la profundidad de campo, y es que estamos jugando con muchos elementos que están a distancias muy diferentes. Para que todo nos salga bien enfocadito (si es eso lo que buscamos) será necesaria una abertura muy cerrada o calcular la hiperfocal.
Otro punto que considero fundamental y que está unido a lo anterior es utilizar el enfoque manual. A ver, no es que sea necesario 100%… pero creo que es más sencillo esto que no el ir buscando en cada foto un punto que esté más o menos a la misma distancia. Personalmente lo que hice fue hacer una foto de prueba con el Live View de mi cámara al máximo aumento que permite y después revisar la foto en la cámara también con el máximo aumento que permite la previsualización. Una vez fijado el punto de enfoque: NO TOCARLO. A mi me pasó que sin querer lo moví y tuve que volver a empezar.
Una vez que ya tenía todos los parámetros y la imagen en mente comencé a hacer las fotos. También a la hora de hacer las fotos hay que tener en cuenta algunas cosas.
Por un lado ya había leído alguna vez que es importante abarcar mucho más de lo que después se va a utilizar en el encuadre; con esto nos aseguramos que aunque tengamos que hacer recortes debido a la fusión de las fotos (y creédme que los vais a tener que hacer) no vamos a perder nada de lo que nos interesa. Es decir, si para vuestra foto “imaginaria” necesitáis un objetivo de 25mm, mejor haced la foto con un 20mm por si acaso.
Por otro lado (y esto lo aprendí por las malas) mucho ojito donde hacéis los “cortes entre fotos”. En cualquier manual que leáis para hacer panorámicas os dirán que es muy importante que las fotos se superpongan entre sí para que después se pueda hacer la fusión bien, y recuerdo que en algún sitio leí que esta superposición vale con que sea de un 30% de la imagen. Yo, que soy mucho de números, me fié de esto sin pensar más allá y esto me causó un problema cuando fui a fusionar las fotos… y es que es mejor hacer más fotos y cubrirse las espaldas que pecar por defecto. Lo que me pasó es que “corté” uno de los elementos principales de la composición: La catedral. Debido a que la catedral tiene tantos pequeños detalles me encontré con que ninguno de los programas que probé para hacer la fusión conseguía unirla al resto de imágenes ·_·U.
Para finalmente “montar” la panorámica lo primero que hice fue revelar los RAW de todas las fotos en lote para que así no hubiese diferencias. Después busqué un programa gratuito de fusión… y luego otro… y luego otro… pero ninguno me fusionaba la foto de la catedral, así que fusioné el resto de fotos y la imagen “díscola” la tuve que unir “a mano” en photoshop. Finalmente hice los retoques finales en el total de la foto.
Por cierto, para mi gusto es que lo malo de hacer fotos panorámicas es que no se aprecian bien en pantalla (al menos una foto tan larga como esta). ¿Alguien conoce algún servicio de visualización de imágenes panorámicas?
Espero que os guste el resultado y en sobre todo mi experiencia para que no cometáis mismos fallos :-)