Panorámicas desde nuestro particular mirador de barcelona

Por Catgo

Panorámicas sobre Barcelona | Si algo tiene Barcelona es que, a falta de rascacielos para observarla desde las alturas -como ocurre con NYC-, tiene miradores, cual rascacielos creados por la propia naturaleza. Unos miradores que te permiten observarla desde la distancia (como pueden ser los del Tibidabo o de Montjuïc), o desde el corazón de la propia ciudad, en donde se encuentran los miradores de sus “set turons” (siete  colinas).

Vistas panorámicas sobre el Turó de la Rovira, el Turó del Carmel y el Turó del Coll, desde Plaça Molina

Se perdió el Factor Oh!

La verdad es que no tenemos intención de parar a enumerarlos, ya que para ello existen guías, blogs y muchísimos artículos periodísticos que te invitan a descubrirlos. Nuestra intención es reivindicarlos en origen, y digo reivindicarlos porque ya no son lo habían sido en un tiempo. Siguen ofreciendo la posibilidad de pararte a observar la ciudad desde las alturas, pero han perdido ese Factor Oh! que hace años tenían.

Y os preguntaréis qué ha pasado. Pues que se han masificado, han perdido el encanto que tenía el poder descubrirlos por primera vez, y han dejado de ser nuestros, para ser de ellos. De los que hace años ni sabían que existían, y que ahora lo único que valoran es llegar allí como sea para posturear en redes sociales.

Quizás sea una moda que pase o, bien al contrario, una tendencia que ha venido a quedarse en el tiempo. No lo sabemos. Lo que sí que es cierto es que han dejado de ser lo que fueron.

Vistas panorámicas desde el Turó de la Rovira, a donde ni los taxistas querian subir en época de barracas.

El Turó de la Rovira y la Muntanya Pelada

Un lugar al que nadie -ni siquiera los taxistas- querían subir en los años 60, hoy en día es un punto de reunión de aquellos que encuentran maravilloso “hacer botellón” con Barcelona a sus pies.

Algo que, a pesar, de las dificultades que se han ido a la movilidad privada para el acceso, aún hoy (o era hasta hace unos meses) destinos obligado de mil y un turistas que venían atraídos por descubrir la Barcelona de fuera de los círculos turísticos contribuyendo a convertirlo en parada obligada de los circuitos turísticos por la ciudad, o punto de destino final para ver el anochecer, a pesar de que el sol tiene la costumbre en Barcelona de ponerse justamente en el punto contrario a donde miran todos los que suben allí.

Vistas panorámicas sobre Barcelona desde el Turó del Carmel

Justo al lado está el Turó del Carmel o el de la “muntanya pelada”, como lo conocemos popularmente, dada su falta de vegetación. Al contrario de lo que ocurre con el de la Rovira, éste se encuentra a salvo de masificaciones por la dificultad en el acceso a la parte superior.

Lo sorprendente es que, estando como está a un tiro de piedra del Park Güell, se haya podido mantener mucho más a resguardo que su gemelo.

Vistas panorámicas de l’Eixample y Gràcia desde el Turó del Carmel

El mirador de Sarrià

Será porque se encuentra en plena curva de una carretera (y te lo encuentras), porque es habitual lugar de rodaje (y suele aparecer en más de un anuncio publicitario), o porque a muchos foráneos les pilla de camino al Tibidabo (y sus acompañantes les suelen llevar para que lo conozcan), el hecho es que ese mirador, que era prácticamente desconocido para los barceloneses, se ha convertido en un lugar en el que se rifan los espacios para dejar el coche y luchar por ganar un lugar para posturear y hacerte un selfie.

Panorámicas desde el Mirador de Sarrià

El resultado -dado que tarde sí y tarde también suele estar invadido de visitantes- es que queda completamente tapizado de residuos y basura que, incluso han empezado a “decorar” el desnivel arbolado que tiene a sus pies, y que llega hasta el tramo inferior de la carretera de Vallvidrera.

No obstante, parece ser que el Ajuntament de Barcelona ha puesto finalmente “seny” en el asunto, y ha delimitado el espacio con bloques de hormigón, y controlando el acceso de vehículos. Una excelente solución para evitar peligros innecesarios e imprudencias automovilistas en una de las curvas más cerradas que hay de ascenso y descenso desde Vallvidrera.

No todo está perdido | Lugares secretos

Solo he querido incluir dos en mi crítica, ya que por diferentes razones de vida son con los que más me identifico, pero estoy segura que si analizásemos uno por uno, todos tendrían algún elemento que ha hecho que pierdan la personalidad que tenían antiguamente.

A pesar de todo, no todo ésta perdido. Todavía quedan lugares “secretos” a donde poderte escapar sin cruzarte prácticamente con nadie, y sentarte a pensar y a disfrutar de las vistas en soledad.

En Barcelona en horas de oficina tenemos el nuestro. Un lugar que nos regaló la casualidad hace más de treinta años y que todavía sigue ahí. No lo vamos a revelar porque es nuestro secreto, pero no podemos por más que compartir las panorámicas que nos regala cada vez que vamos de paseo por allí.

Nuestro balcón privado de panorámicas sobre Barcelona

Las otras panorámicas de Barcelona

Tanto Collserola como Montjuïc son dos de los lugares ideales para investigar e ir descubriendo rincones sorprendentes. Y si tu economía te lo permite, no dejes de disfrutar de Barcelona a vista de pájaro desde alguna de las terrazas de hoteles que hay por la ciudad, que dada la situación actual más de uno te agradecerá que vayas a visitarlos y a degustar alguna bebida o comida con la ciudad a tus pies.

Por cierto, a pesar de que Barcelona no es San Francisco, ello no hace que teng más de una calle lo suficientemente empinada como para ofrecerte alguna que otra vista Factor oh!. No dejes de volver la vista atrás cuando pasees por lugares como el carrer del Císter, el carrer de Molist, o incluso el mismo carrer Muntaner. No todas las vistas sorprendentes las encontrarás en los lugares a los que va todo el mundo. Si sabes observar y buscar, seguro que puedes encontrar “tu lugar secreto” desde donde tener esa panorámica exclusiva que no todo el mundo ha descubierto.

Supongo que el haber vivido 25 años en un edificio con vistas hacia el Tibidabo y hacia el mar han marcado esa necesidad de buscar siempre algún punto nuevo en la ciudad desde dónde seguir gozando visualmente de ellos.

Aquí os enlazo tres artículos de lo más interesante, por si alguien se anima a recorrer la Barcelona dels “turons”, eso sí, respetando al máximo cada uno de ellos:

Ruta dels 7 (+1) turons de Barcelona
Els turons barcelonins: quants són? Quin es el més alt? I el més baix?
Wikiloc | Els set turons de Barcelona

Habrá una segunda parte

La verdad es que este post iba a ser mucho más extenso, pero debido a las restricciones de movilidad por los confinamientos (y que en casa cumplimos responsablemente), vamos a tener que espera a ampliarlo más adelante, y a redactar una segunda parte, aprovechando la ocasión para ir de visita al Putxet y al Monterols, dos de los miradores que quizás más han sabido guardar su privacidad, ya que no suelen salir en guías turísticas, y se mantienen reservados para los que viven en los alrededores. Con el incentivo añadido de regresar a los años de infancia, cuando eran unos de mis jardines de referencia estival, junto al Parc Moragas y al Turó Parc.

Pero eso, como siempre suelo decir, ya es otra historia…

Galería fotográfica

Vistas panorámicas desde la Clínica Quirón de la plaça Alfonso Comín

Vistas panorámicas hacia la Sagrada Familia y la Torre Glòries desde la plaça Molina

Vistas panorámicas sobre Barcelona desde la fachada superior del cementeri de Montjuïc

Vistas panorámicas desde la calle Santuari, en el barri del Carmel

Vistas panorámicas nocturnas sobre Barcelona desde el Gran Hotel La Florida

Panorámicas nocturnas sobre la Plaça Borràs de Sarrià

Vistas nocturnas desde el barri del Poblenou (Foto: Regalo de Sandra Mariages)

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