La planta de Panrico, en Santa Perpètua de la Mogoda (Barcelona), ha vuelto a la actividad después de protagonizar la huelga más larga, de ocho meses de duración. La empresa abrió sus puertas el pasado día 3 de diciembre a los primeros 27 trabajadores que reanudaron la producción. La fábrica catalana despidió a 154 personas a través del ERE que afectó a 745 empleados y redujo la plantilla de Santa Perpetua de 351 a 173 personas. Para el próximo día 11 de enero está previsto que se reincorporen el resto de las 80 personas no despedidas de esta línea, pero entre ellas no se encuentra el sector más combativo que ha mantenido el pulso a la dirección de la compañía este último año.
Fuentes de este colectivo señalan que “corre la voz de que habrá nuevas contrataciones” de personas con peores salarios y derechos que la plantilla antigua, aunque se cree que “la empresa no será tan descarada como para hacerlo inmediatamente”. Una vez que ha conseguido deshacerse de aquellos trabajadores que estuvieron al frente de la lucha –la mayoría de la línea de donuts– los trabajadores que se enfrentaron a la empresa aseguran que Panrico está “incumpliendo” lo establecido, el expediente de regulación de empleo (ERE) “que la gente vuelva al lugar donde estaba”.
La dirección de Panrico ha comunicado que la puesta en marcha de las diferentes líneas de producción se realizará por fases y se prevé que esté a pleno rendimiento durante los meses de marzo y abril de 2015. El ERE representa la destrucción de 754 puestos de trabajo en las cinco fábricas del grupo en todo el Estado, pero sólo en la de Santa Perpètua se optó por la huelga indefinida, lo que motivó la concentración de gran parte de los despidos en este centro de trabajo. Durante los ocho meses que duró la huelga, los 215 trabajadores de la planta catalana detuvieron la producción de donuts, mujercitas y bollicaos, por negarse a aceptar el despido de 166 personas –la mayoría de la plantilla– y una reducción salarial del 18% para el resto. El conflicto también alcanzó el ámbito judicial, donde se presentaron varias demandas, entre las que destacan la de los trabajadores denunciando el ERE presentado por la compañía y la de la empresa por considerar que la huelga era ilegal. La compañía prevé que la fábrica marche al 100% entre marzo y abril de 2015.