El 31 de mayo de 1932, el ingeniero de caminos Mariano Corral, publica un artículo en el Diario Palentino para hablar de las obras que se están ejecutando siete kilómetros arriba de la villa de Cervera. Este pantano sustituye al que, en el plan provisional de obras hidráulicas de 1902, figuraba con la denominación de pantano de Recozones. Fue proyectado en 1920 por el ingeniero don Juan Moreno Agustín, y formaba parte del grupo de obras que tenía a su cargo la suprimida Jefatura del Canal de Castilla.
Tendrá el embalse una capacidad de 65 millones de metros cúbicos (cifra muy inferior al volumen de agua que el Pisuerga aporta en los años de mayor penuria) y se crea cerrando el estrecho de la Requejada con una presa que alcanzará una altura de 52 metros sobre el nivel del río en estiaje y cuya cimentación llega en algunos puntos a siete metros por bajo de dicho nivel.
Se comenzó la construcción en 1924, y cuando en 1928 se hizo cargo de ella la Confederación del Duero estaban ya casi en su totalidad terminadas las obras auxiliares necesarias para la ejecución de la presa (camino de acceso, ataguías y túnel para desviación del río, central hidroeléctrica para suministro de energía, ferrocarril de cantera, talleres almacenes, viviendas, etc.,) y se había iniciado su cimentación.