Panticosa más allá del esquí

Por Mundoturistico

Panticosa es un pueblo muy pequeño, aunque popular gracias a que tiene una estación de esquí y es objetivo de multitud de viajeros invernales en busca de nieve. Pero tiene vida y actividades más allá de este deporte, tanto en el pueblo como cerca. De hecho, la misma estación es aprovechada para servir de trampolín en verano (del 8 de julio al 27 de agosto) para poder acceder al Ibon de Sabocos y al de Asnos (valles glaciares) y a un mirador espectacular de todo el Valle de Tena. Nosotros elegimos este plan para despedirnos del Pirineo y nos gustó mucho. Es bastante sencillo (unos siete kilómetros y con tan solo una pendiente fuerte) y diferente, así que nos parecía una gran opción para decir adiós a esta tierra que nos conquistó.

Este viaje supone montarse en la telecabina de la estación de esquí y remontar más de 700 metros de desnivel en tan curioso transporte. El trayecto a mí, poco acostumbrada a las alturas, me impresionó bastante y aunque las vistas eran preciosas, creo que no estuve en la situación adecuada para disfrutarlo. No obstante, es curioso y a la vez divertido, como subirse en una noria, pero además con un entorno natural único. El coste del trayecto son 17,5 euros, que me pareció un poco caro, pero nos hacía ilusión y lo pagamos. Por eso no hay colas y aunque en la web anuncian que es más barato si lo sacas online, a mí el servicio no me funcionaba bien. Así que si ves que no hay entradas en la web, no te preocupes y ve allí.

Cuando subimos pronto nos maravillamos con las vistas del Valle de Tena. En este punto, se pueden tomar autobuses que te llevan a los puntos cercanos a los ibones para no tener que hacer el trayecto andando; creo que el precio es también alto, rondando también los 17,5 euros. Nosotros subimos andando y gozamos así también de las vistas desde diferentes puntos de vista. Se recorrer el camino de los autobuses, por lo que hay que tener cuidado con ellos. También se puede atajar por mitad del campo, lo que nosotros hicimos sobre todo al bajar.

Recorriendo la estación de esquí en verano

Hay mucho encanto en recorrer una estación de esquí cuando no está cumpliendo su función, incluso cuando no practicas apenas este deporte. Quizás porque parece abandonada y te embruja. Quizás porque te imaginas cómo es cuando tiene nieve -mi novio me lo explicó detalladamente-. Quizás porque recientemente he visto varias películas relacionadas con ellas y tienen algo de magnético (Sister y Fuerza Mayor, por si os interesa); quizás porque en invierno rebosan vida y en verano, tranquilidad. La cuestión es que ver los telesillas colgados en mitad de la nada y las altísimas montañas de fondo es una imagen que merece la pena ver.

El primer tramo de la ruta es el más sencillo y aunque después la cuesta se endurece, el camino hasta el Ibon de Sabocos no resulta difícil. Este valle glaciar es muy pronunciado y también se requiere tiempo para recorrerlo y verlo bien. Nosotros teníamos algo de prisa y apenas paramos, pero es el lugar ideal para plantar el campamento, comer y quizás darse un baño después. El lago es muy llamativo, con un color verde intenso que hace que no dejemos de fotografiarlo. 

El siguiente tramo, que nos lleva al Ibon de Asnos, es el más dificultoso. En lugar de volver al camino de tierra por donde va el bus, decidimos tomar un camino formado en la ladera que tenía una pendiente muy pronunciada. En este momento, volvimos a tener esa sensación de que fallan las piernas y que la fatiga nos acelera el pulso, pero con un par de paradas y un derroche de energía, conseguimos acabar aquella dura rampa. Os animo a que lo hagáis tranquilos, disfrutando del camino y abriendo bien los ojos. En otras páginas web, he leído que en ocasiones hay marmotas que se dejan ver.

El Ibon de Asnos es mi opinión es algo menos llamativo, si bien para sentarse en su orilla requiere de menos esfuerzo y por ello, puede resultar más cómodo. En este punto, alcanzamos los 2.060 metros de altitud. Hacía un día espectacular y podríamos habernos quedado allí mucho más tiempo. Pero como no llevábamos comida, simplemente nos sentamos un rato para coger fuerzas y admirar el paisaje y después, tomamos rumbo de nuevo para enfilar la bajada, que fue mucho más rápida, como en casi todas las rutas. 

Cosas que hacer cerca de Panticosa

Huelga decir que Panticosa se encuentra en pleno corazón del Pirineo, uno de los rincones más bonitos que he descubierto en mis viajes por España. Por tanto, no debemos de ceñirnos solo a conocer el pueblo y la zona de la estación de esquí, ya que hay otras cosas que visitar. Además, si te apetece un plan relajante, no olvides que puedes ir al Balneario de Panticosa, allí donde la carretera se acaba y encontrarás la paz obligadamente. Nosotros subimos para ver cómo era la zona y ya notamos rápidamente esa sensación de aislamiento de la que hablo.

Os recomiendo tres pueblos preciosos para visitar: Biescas, Tramacastilla de Tena y Sallent de Gállego. El primero es coqueto y al ser de los más grandes de la zona, tendrá el ambiente necesario para disfrutar de las vacaciones (os recomiendo comer de menú en el Restaurante Tiki o daros un capricho en el Restaurante Saborea). Tramacastilla de Tena tiene una luz especial y un mirador para observar de otro modo el valle. Por su parte, Sallent de Gállego fue el que más me encandiló: Situado en un entorno único, cada rincón es un mirador, además de tener unas calles cuidadas y una arquitectura muy chula.

Por último, otro de los puntos imprescindibles si estás por la zona es el Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, una parcela de naturaleza con cientos de paisajes espectaculares. Yo hice parte de una ruta, muy popular, conocida como la Cola de Caballo, que te lleva a una zona del parque realmente bonita. Está rodeada de grandes montañas, discurre cerca de un río de aguas cristalinas y cada cierto tiempo, hay lugares donde observar cascadas altísimas o preciosas. ¡Muy recomendable! Parte de Torla, que también es interesante y está muy cerca de Broto, un pueblo donde el mayor atractivo es una cascada que hay en las afueras.

Si has llegado hasta aquí porque elegirás a Panticosa como tu destino este invierno, te invito a leer más en este enlace si quieres aprovechar las primeras ofertas de esquí para esta temporada. También te cuento más cosas que hacer en la zona en un post sobre Aínsa y sus alrededores.