PÃO DE DEUS
Es el día mundial del pan.
Uno de mis días favoritos del año. La época de abrir hornos, meter masas y sentarse a leer un libro mientras el olor del pan horneándose inunda la casa.
Me puede la pereza de volver al blog, lo habéis notado. El tiempo no es elástico y a veces no se puede tirar más de él, porque no cede como si fueran un par de calcetines que se han quedado un poco pequeños.
Este espacio lleva abierto muchos años y a mí me han ido pasando cosas, y el blog se ha ido quedando ahí, calladito, sin protestar, mientras yo ocupaba el tiempo de cocinar y escribir en otras cosas igual de valiosas para mí pero que aquí no tendría sentido contar.
A lo que no puedo faltar es a esta cita. El World Bread Day #wbd2022 que es siempre un buen momento para contaros cosas, y para traeros algo tan maravilloso como estos panes que a mí me tienen enamorada.
INGREDIENTES
- Harina de trigo blanca, 450 g [normal, no de fuerza]
- Leche, 120 g
- Agua, 80 g
- Levadura seca de panadería, 7 g
- Fructosa, 40 g [equivale a 80 g de azúcar]
- Huevos, 2
- Ron, 1 cucharada
- Vainilla en pasta, una puntita [o la vainilla que tengas]
- Ralladura de medio limón
- Sal, 9 g
- Mantequilla fría, 40 g
-
Cobertura de coco:
- Coco rallado, 100 g
- Huevo, 1
- Fructosa, 40 g [equivale a 80 g de azúcar]
MODUS OPERANDI
Para preparar esta receta de pão de Deus, lo primero que haremos será una masa de arranque que dejaremos reposar 5 minutos. No lo voy a llamar prefermento porque no lo es, ya que en ese tiempo apenas tiene tiempo de despertar las levaduras y espabilarlas un poco.
En un bol amplio [o en el vaso de un robot amasador] ponemos la leche, no muy fría [lo ideal es que esté tibia pero no caliente, no debe sobrepasar los 35-40º si no queremos cometer un genocidio de levaduras] junto a 2 cucharadas generosas de azúcar, la levadura y el agua.
Lo mezclamos bien, con unas varillas manuales, o con las varillas del robot a velocidad media, para que entre aire en la mezcla, y lo dejamos reposar de 5 a 10 minutos a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, añadimos a la mezcla los huevos previamente batidos, el resto del azúcar, la vainilla, el ron y la ralladura de limón.
En el mismo bol, y con ayuda de las varillas [manuales o velocidad media en el robot amasador] incorporamos una tercera parte de la harina, aproximadamente, y toda la sal. No es importante que sea muy exacto, se puede hacer a ojo. Mezclamos bien, y añadimos otro tercio de harina, también a ojo. Una vez se haya incorporado, incorporamos toda la harina restante y comenzamos a amasar con ayuda de una espátula o a mano, y si estamos usando un robot, cambiamos las varillas por el gancho amasador.
Amasamos unos 5 minutos a mano o 2-3 minutos con robot hasta tener una masa totalmente cohesionada, y le incorporamos la mantequilla fría cortada en daditos. Seguimos amasando unos 10 minutos más, hasta tener una masa lisa y brillante que se despegue totalmente de las paredes del bol.
Dejamos esta masa en el bol, cubierta con un paño, hasta que leve doblando su volumen. Si la temperatura ambiente es cálida será 1 hora, y si hace frío puede alargarse hasta 2, ya que las levaduras trabajan más rápido si están calentitas.
En este tiempo de levado, podemos aprovechar y preparar la cobertura. Para ello lo único que tenemos que hacer es batir el huevo con el azúcar o fructosa y el coco, y dejarlo en espera en la nevera [especialmente si hace calor].
Una vez la masa haya levado, la dividimos en 8 o 10 porciones iguales, de unos 115 o 90 gramos, y las dejamos relajarse 5 minutos. En la bandeja del horno colocamos un papel sulfurizado o una lámina de silicona para hornos. Boleamos las porciones de masa una a una, y las vamos colocando en la bandeja. Dejamos que leven de nuevo, esta vez unos 45 minutos con ambiente cálido o 90 minutos con frío. A partir de este momento, precalentamos el horno a tope para que esté listo cuando vayamos a necesitarlo [calcula el tiempo en función de lo que tarde tu horno en alcanzar la máxima temperatura].
Una vez los bollos hayan vuelto a levar, sobre cada uno y con el máximo cuidado de que no se aplasten y se desinflen, ponemos un poco de la cobertura de coco. Un buen truco es dejar un poco de huevo aparte y pincelarlos previamente a poner el pegote, para que se fije mejor. En todo caso, la mezcla no conviene que esté muy dura, es mejor que esté ligera sin que llegue a escurrirse, debe quedar encima del bollo sin caerse.
Metemos los bollos al horno y los cocemos a 200ºC unos 25-30 minutos, según el tamaño. Una vez comiencen a dorarse, los retiramos [no esperamos a que tengan el color intenso, o se arrebatarán sin remedio].
Dejamos enfriar sobre una rejilla.
Receta de Chipa by the dozen