PARACAÍDAS
Quítate, por fin,
de frenar:
relájate
y déjate llevar.
Verás que
al precipitarte
te serviré yo
como red,
como escudo
en el salto,
y descubrirás
que rebotar
después de la caída
es como encontrar
otra vida
que creías
ya perdida.
MIENTRAS TANTO
Déjate llevarestrecha en el lazode mi abrazoy segura de que nadade lo que nos atate será sustraído,entregadaya sin miedoa lo que nos aguarda,protegida por mi miraday por el alientoque es la única medidaen la oscuridad del presente,mientras que dando vueltasfuera de la puertael mundo esperabenévolo e indulgentecon nuestras vidas clandestinas.Aunque, al final,el mundo se salesiempre con la suya.
Paolo Ruffilli en Asuntos del corazón (2004).
Traducción de Emilio Coco.