Papá, deja el teléfono

Por Celia Garabaya @britishbubbles

En los tiempos que vivimos es muy común ver artículos sobre la situación de los niños con los nuevos medios o tecnologías. De hecho, te recomiendo unos cuantos, “¿son los niños más espabilados que los de antes?“, “los niños y las redes sociales“, “Internet y las redes sociales destrozarán a nuestros niños“. Entre otros. Es cierto que las redes, los nuevos sistemas… Están cambiando radicalmente la educación y la forma de interacción entre los niños de la Tierra. Aunque no debemos olvidar algo tan importante o más. Como actúan sobre los padres. Sabemos que nuestros niños son como esponjas, y el ambiente que están viviendo, no tiene nada que ver con lo que veíamos nosotros cuando eramos pequeños. Vamos a ver si podemos analizar de alguna manera que está ocurriendo y como afecta a los niños, la relación de las nuevas tecnologías con los padres.

Es lo que hay.

No es algo mio, creo que es una conversación que se tiene en la calle. Que lo habla todo el mundo en los bares, en casa… Todos sabemos que la gente está enganchada a los teléfonos, a las redes sociales, a Internet, a los juegos… Todos sabemos que esto influirá de alguna manera a que los niños de hoy en día, no habrán vivido en un ambiente ni parecido al nuestro. Como se ha demostrado, ya hace unos años, se empiezan a ver los casos más claro de adiciones a las nuevas tecnologías. Y la mayoría de los adictos son mayores de 20 años. Y una gran parte de ellos, son padres.

Incluso aquel amigo que queda con nosotros a tomar un café y después de haber estado sentados en el bar casi media hora, por fin levanta la cabeza del móvil. Y nos dice, “ya estoy contigo, es que tenia que…” podemos completar la frase con contestar unos mensajes, ver que publica la gente en Facebook, que… Y tu dices, si no tenias tiempo por que has quedado conmigo.

Para mi, volvemos a lo mismo. Aunque no lo creamos, las redes sociales e Internet, tienen mucho en común con la televisión. Todos son sistemas de des-conexión muy sencilla. La tele solo tenemos que sentarnos y dejar de pensar. Pero, a la vez, nos venden vidas muy emocionantes, amoríos, experiencias de viajes… Siempre intentando que podamos ponernos en el lugar del protagonista. Ya sea por que nos queremos reconocer en el. O por que no nos gusta y siempre pensamos que nosotros tomaríamos una decisión mejor que él.

Con las nuevas tecnologías nos pasa lo mismo, quien no se ha pasado una hora delante de una red social (me incluyo, por suerte, ahora solo la utilizo para la guardería, profesionalmente no personalmente.) y cuando acabamos nos sentimos vacíos, no nos ha servido para otra cosa más que para cotillear de tonterías de gente que ni conocemos o que llevamos años sin ver y que seguramente no volvamos a ver. (Están muy bien para seguir en contacto con gente que vive lejos, pero eso nos llevaría un par de minutos al día). Internet es la mayor fuente de información y conocimiento que existe. Y aun así la mayoría de la gente, sigue utilizando para ver a dos gatos dando saltitos (como pudimos vivir sin eso.) Lo más grave, es que todos somos conscientes de ello. Pero, tenemos una adicción. Cada uno en un grado diferente.

Vamos que la vida de hoy en día. Consiste en pasar la mayor parte del tiempo dormidos. Viviendo experiencias a través de otros. En vez de intentar hacerlas nosotros. Y consigue crearnos falsas esperanzas de la vida. Ya que lo que vemos todos los días se convierte en lo normal. Y llegaremos a pensar, ¿Por qué no me pasa eso?

La gran pregunta es como puede afectar estas nuevas tecnologías a los niños de hoy en día. Y la verdad, es que no tenemos ni idea, todo lo que nos digan es una simple suposición. Ya que no tenemos ninguna referencia sobre el tema. Esta claro una cosa, todo dependerá del uso que se les de. Las tecnologías son buenas, lo miremos por donde lo miremos. La cuestión es como en todo el abuso.

Y para ello, todos sabemos que los niños imitan lo que hacen sus padres y las personas que están a su alrededor.

Es evidente que una adicción siempre influirá de mala forma a la educación y el desarrollo de los niños. Pero, queremos profundizar más en el tema.

La relación con los padres y los niños.

En una ocasión vi un documental muy interesante sobre las adicciones. Fue antes de la popularización de las redes sociales (no hace tanto) en 2006 en España, poca gente tenía Facebook. En el cual, reconocía como una adicción peligrosa cualquier cosa, que nos impida hacer algo que deberíamos hacer. Vamos que si dejamos de hacer algo importante por las redes sociales, o por estar viendo vídeos, navegando sin rumbo por la red… Tenemos un problema.

Y actualmente los que más lo están sufriendo son los niños. Son los padres, los que están dejando de hacer muchas cosas, por estar enganchados del teléfono, o del ordenador. Hace 20 años, los niños necesitaban más atención que ahora. Ya que ahora tienen otros recursos para entretenerse (nosotros se los enseñamos.) Ya que el niño no disponga de sus padres en muchos momentos por cosas innecesarias. Y que pongamos en algún momento antes el perfil de facebook que a nuestro hijo. Dice mucho del problema que se está creando.

Pero, eso no es lo más grave. Ya que nosotros nos hemos hecho adictos a los veintipico. Pero, los niños de hoy en día, nos ven y nos imitan. Y ellos desde que tienen ¡meses! ya están delante de la pantalla. Y encima lo celebramos, que listo es mi niño. Mira como sabe tocar un botón. Eso yo a su edad no lo sabia hacer, por supuesto que no sabias, no existía. Te aseguro que si lo hubieras tenido lo habrías aprendido tan rápido o incluso más que ellos.

En British Bubbles, dedicamos el blog a los niños. Asi es que no vamos a hablar de como solucionar tu problema o de convencerte de que dejes las redes sociales o las nuevas tecnologías (utilizadas para perder el tiempo, obviamente Internet es un grandimo avance y puede cambiar tu vida si lo utilizas con cabeza). Pero, si te pedimos, que por favor, cuando estés con tu niño dejes el móvil lejos en otra habitación. Con el tiempo te acostumbrarás. Y desde luego, si no quieres jugar con tu niño por que estás cansado o lo que sea. No le enganches a la tele o a la tablet. Sácale unas construcciones, un papel para pintar, lo que sea, pero no le conviertas en un adicto por comodidad.