Para Longinotti, doctorada en Historia y especializada en religiosidad popular, los orígenes culturales de Santa Claus, un vejete generoso y bonachón cuya fuente de ingresos es un misterio, se relaciona directamente con el demonio."La figura folclórica escandinava para Santa Claus es el tomte (en Suecia) o nisse (en Noruega y Dinamarca), especie de genio benefactor —y no tanto— de los campesinos, que cuida sus viviendas de noche. Su apariencia física es la de un duende con barba, vestido de gris y con un gorro rojo tejido sobre su cabeza", continúa la historiadora.
Para Longinotti, doctorada en Historia y especializada en religiosidad popular, los orígenes culturales de Santa Claus, un vejete generoso y bonachón cuya fuente de ingresos es un misterio, se relaciona directamente con el demonio."La figura folclórica escandinava para Santa Claus es el tomte (en Suecia) o nisse (en Noruega y Dinamarca), especie de genio benefactor —y no tanto— de los campesinos, que cuida sus viviendas de noche. Su apariencia física es la de un duende con barba, vestido de gris y con un gorro rojo tejido sobre su cabeza", continúa la historiadora.