¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase?
Hay que tener en cuenta que un animal, sea cual sea, no es un juguete. Necesita un cuidado diario y una atención especial, sobre todo cuando hablamos de reptiles.
No compres un camaleón a un niño por capricho, se cansará rápido de él, seguramente porque será un antojo pasajero o simplemente porque no es un animal al que se pueda estar mareando y cogiendo todo el día.
Si el niño/a ya tiene una edad y es responsable y sus padres también, y se decide adquirir un camaleón hay que tener en cuenta los siguientes factores:
1- Qué especie de camaleón es la adecuada para mantener en la zona en la que se vive. Se aconseja para principiantes el Chamaeleo Calyptratus, ya que tiene un mantenimiento más fácil que otras especies y se adapta bastante bien.
2- Dónde adquirirlo. Hay que buscar una tienda especializada en reptiles, seria y responsable. O a un criador de confianza.
3- Alimento vivo. No hay que olvidar que los camaleones comen alimento vivo, grillos, zophobas, tenebrios, etc etc.. por lo tanto es un punto muy importante a tener en cuenta. Debemos tener localizada una tienda donde podamos comprar dicho alimento vivo.
4- Veterinario especialista en reptiles. Otro punto muy importante, ya que como todos los animales, en algún momento dado puede enfermar o necesitar un veterinario y no vale uno cualquiera dedicado a perros o gatos, debe ser uno que sea especializado en reptiles.
5- Antes de comprarlo, informarse bien sobre el camaleón, sus cuidados, su alimentación, terrario necesario, luces, complejos vitamínicos, etc...
En nuestro FORO podrás encontrar respuestas a todas esas dudas y más. Hay información necesaria para mantenerlo en perfectas condiciones en cautividad.
Muy importante: Nunca, nunca, compres un camaleón en el mercado negro. Ni cojas uno que veas por el campo (Camaleón Común) está en peligro de extinción, su tenencia ilegal está penado por la ley, además que no es un camaleón apto para vivir en cautividad y se moriría al poco tiempo. Por muy bonito que te parezca, no lo cojas, no pretendas tenerlo en casa, obsérvalo en su hábitat natural pero no caigas en la tentación de llevártelo a casa.