Yo no se muy bien que está ocurriendo. Cuando las cosas eran según la “antigua normalidad” era acercarse el verano y todo se paraba en seco, el frenazo se oía dos esquinas más allá. Tanto era así que hasta los periódicos en papel adelgazaban y recurrían a cualquier serpiente de verano para poner “rellenos” y poder vender algo que pudiera llegar para cubrir el pasillo cuando fregaban el suelo (en mi casa, cuando era crío, se llevaba mucho eso de usar los periódicos viejos para que no fueses pisoteando por ahí). En cambio este año el verano ha llegado y se nos amontona el trabajo, es un estrés, no sabemos ni donde acudir. La temporada empieza fuerte pero teniendo en cuenta que llegan esos días en los que nos olvidaremos de todo y dejaremos todo para la vuelta de vacaciones, no va a ocurrir nada. Da pereza agitarse en verano.
A pesar de que llegan los días pastosos se les ha ocurrido por Moncloa la continuación del asunto de unos indultos que al final resultarán no satisfacer a nadie. Los unos (que indultaron a corruptos, un banquero y hasta a un militar golpista de verdad) porque están empeñados en parecer que buscan venganza de algo que “fue pero no llegó a ser o yo que se” y los otros porque se consideran insultados con un indulto que debería ser una amnistía que incluyese también a los miles de encausados por el “procés” y que no son tan mediáticos. Lo que parece claro es que para bien o para mal (sólo el tiempo lo dirá) esto hará que se muevan las piezas, se agite el fondo del pantano y continuemos hablando. Y claro, los que están cómodos en esta situación puede que dejen de estarlo y se ponen como locos azuzando a sus seguidores diciendo que España se rompe (otra vez) y algo sobre recorrer callejones estrechos que no sabemos donde llevan, como predicaba ayer el Sr. González. Igual lo que ocurre, si seguimos en mitad de este lodazal, es que se pudra. Lo que está claro es que aquí, hagas lo que hagas te van a criticar igual. siendo así puede que debiéramos dar una oportunidad a algo nuevo, más que nada por aquello que decía Einstein sobre que si repetimos una y otra vez la misma fórmula obtendremos los mismos resultados. Ya veremos.
Pero bueno, a lo que íbamos. Decía yo que estaba ayer sentado con mi café del tiempo (sin azucar, con mucho hielo) cuando llegó Paco a la terraza del bar gritando que el bombazo del verano ya no era “El procés”. Resulta que el Gobierno va a rebajar el recibo que nos cobran esos señores que tienen el gran rostro de decirnos que comamos huevos “poché” en lugar de fritos, para ahorrar. ¡Si es que hemos de quererlos, se desviven por nosotros!.
Decían en clase de economía que yo era un tanto obtuso. Al final será verdad, porque repasando el artículo leo que la sensacional bajada de la luz se hará a base de reducir el IVA. ¡Olé Tú!. Ya te digo que soy bastante malpensado pero algo me chirría en todo esto. Si nos consiguen una rebajita en la factura a base de bajar el impuesto ¿De dónde van a sacar los dineros que dejarán de recaudar? Supongo que los millones esos nos los cobrarán por otra parte, claro. Y otra cosa que me quita el sueño, si baja el precio de la factura en, pongamos un Euro ¿Qué van a tardar las eléctricas en subir 50 céntimos? El total de la factura continuaría siendo más bajo y habrían “distraido” cincuenta céntimos. ¿No sería mejor dejar el impuesto y “bajar la factura” fijando el precio máximo de producción (por ejemplo)? Porque de “nacionalizar los sectores estratégicos” que predicaba la izquierda (cuando existía) ni hablamos. Resultaría imposible en un país europeo, porque sería venezolano y además dejaría a demasiados sin silloncito en los Consejos de Administración.
Yo ya no se qué decirte. Vivimos algo parecido con sus primos hermanos, los bancos, y salimos escaldados. Lo veremos pronto, porque el lifting en los periódicos se acerca y se irán todos de vacaciones. Para entonces ya será asunto zanjado y nadie hablará más de ello. Si no ocurriese eso tendríamos papel para que no nos pisen el fregado.