“Paprika”, de Yasutaka Tsutsui. Entre el mundo onírico y la realidad

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Título: Paprika

Autor: Yasutaka Tsutsui

Editorial: Ediciones Atalanta

Colección: Sub rosa

Traducción: Jesús Carlos Álvarez Crespo

ISBN: 978-84-937247-9-5

Páginas: 355

PVP: 23€

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Sinopsis: En el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio está en desarrollo una tecnología que permite introducirse en los sueños de los enfermos mentales y modificarlos como forma de terapia. Cuando se destapa un siniestro y enloquecido complot para hacerse con el control de dicho Instituto, se inicia una lucha que tendrá dos escenarios muy distintos, la realidad y el sueño. Este es el hilo argumental de una historia vertiginosa y compleja; un sofisticado mecanismo literario que, bajo una leve apariencia de divertimento, esconde una lúcida reflexión sobre la intimidad, los deseos frustrados, el poder, la locura o las relaciones sexuales. Rebosante de referencias que van desde el manga hasta el pulp, pasando por el thriller, Tsutsui se adentra en la novela siguiendo las mismas coordenadas de sus relatos más celebrados.

El mundo de los sueños, ese lugar onírico al que nos transportamos cuando dormimos. Ese lugar plagado de imágenes surrealistas, fantásticas e incluso terroríficas donde la lógica es inexistente y la imaginación se desborda hasta límites insospechados.

La novela Paprika, escrita por Yasutaka Tsutsui en 1993 y publicada en España por Ediciones Atalanta, nos transporta a ese mundo onírico de la mano de una joven vivaz de carácter despierto y de nombre Paprika. Sin embargo esta joven, también conocida como detective de los sueños, no es más que un avatar, el álter ego de la doctora Atsuko Chiba, una brillante y hermosa psicoterapeuta que ayuda a sus pacientes tratando sus patologías desde la raíz utilizando una nueva tecnología diseñada para ello.

Y es que Atsuko Chiba junto a su colega Kōsaku Tokita, un genio con obesidad mórbida y algo tímido, trabajan en el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio. Ambos están en un equipo de investigación en el cual Tokita ha desarrollado unos dispositivos, los Mini DC, que tienen la capacidad de entrar en la psique de los pacientes a través de los sueños; mientras que Chiba, con su avatar de Paprika, aplica esta tecnología en los sueños de los pacientes introduciendo mensajes subliminales como forma de terapia. Toda una revolución en el campo de la psiquiatría y cuyos esfuerzos en dicha investigación han sido premiados con la candidatura al Nobel.

Pero no todos en el Instituto ven con buenos ojos las investigaciones de Chiba y Tokita y mucho menos para emplearlas en la humanidad. Utilizando este argumento, se desata un complot para hacerse con el control del Instituto y hundir el trabajo de ambos investigadores. Y para complicar más el asunto, los Mini DC, aún en fase de desarrollo y sin ningún sistema de seguridad para limitar su uso, caen en malas manos. En unas manos que no dudarán en hacer un mal uso de los dispositivos para que estalle el caos por doquier afectando a la psique de toda la humanidad.

Haciendo honor a las historias de ciencia ficción, la heroína Atsuko Chiba-Paprika se pone en marcha como detective de los sueños junto con varios de sus compañeros para recuperar los Mini DC robados e intentar que la situación no se desborde. Pese a sus esfuerzos, el problema alcanza unas dimensiones de tal calibre que la línea fronteriza que separa el mundo de los sueños del de la realidad se vuelve difusa, hasta el punto en que ambos mundos se mezclan sin saber ya cuál es el real y cuál el onírico. Impresionante la escena en la que aparece una muñeca tradicional japonesa gigante en medio de un restaurante sembrando el caos en la ciudad.

Quizás el argumento de esta novela pueda parecer a primera vista para el lector (occidental) una ida de olla descomunal de su autor, una historia que sólo los japoneses entienden y que pretende ser original añadiendo a la trama sinsentidos, caos y desmadre con rasgos psicoanalíticos. Pero precisamente es el conjunto de todos estos rasgos y de la monumental paranoia en la que se ven envuelta los personajes lo que hace de Paprika una novela tan cautivadora y adictiva. Tsutsui se sirve del inconsciente y de los sueños, además de varios conceptos académicos –no en vano fue, además de escritor, actor, crítico literario, especialista en psicoanálisis, surrealismo y experto en otras materias–, para dar forma y contarnos una historia de ciencia ficción única y trepidante que mezcla varios géneros a la vez –thriller, drama, fantasía onírica, erotismo e intriga– añadiendo conceptos de psicología por aquí y elementos surrealistas por allá. Pero el punto fuerte de la novela es, no sólo su argumento, sino sus personajes. Especialmente Paprika, la heroína de la historia.

Con esta peculiar pero adictiva trama, Yasutaka Tsutsui ha enamorado a miles de lectores. Incluso el famoso director, animador y mangaka Satoshi Kon (de quien ya hablamos anteriormente en El Rincón Otaku cuando recomendamos el manga Regreso al mar), hizo una magnífica adaptación al anime de la novela de Tsutsui en 2006: Paprika, detective de los sueños, que fue licenciada en nuestro país por Sonny Pictures Entertainment en 2007. Si os gusta la animación japonesa, el cine de Kon es muy recomendable, y esta película en particular es una buena adaptación que, si bien se toma algunas libertades variando un poco la trama diferenciándola de la novela, mantiene la esencia y la frescura de la misma, obteniendo un resultado igualmente brillante.

Volviendo a la novela de Tsutsui, si os gustan las historias diferentes pero originales con un toque surrealista os recomendamos esta fantástica obra de uno de los escritores más esenciales de su época.

Sobre el autor

Yasutaka Tsutsui es novelista, autor teatral, crítico literario, actor y músico. Después de graduarse en la Universidad de Doshisha en arte y estética, fundó la revista de ciencia ficción NULL. Durante los años setenta comenzó a experimentar con diferentes formas literarias aunque logró un gran reconocimiento como autor de ciencia ficción. En el verano de 1993, Tsutsui anunció que dejaba de escribir como reacción al linchamiento que había sufrido en la prensa por una protesta hecha por la Asociación de Epilépticos de Japón debido a ciertas expresiones sobre la epilepsia que aparecían en uno de sus cuentos. En protesta por la falta de libertad de expresión se negó a publicar en su país, convirtiéndose en el primer ciberescritor de Japón al haber sido internet durante una larga temporada el único medio de poder leer sus historias. Su prolífica obra ha obtenido numerosos e importantes galardones: en 1981, el premio Izumi Kyoka por Kyojin-Tachi (Gente imaginaria); en 1987, el premio Tanizaki por Yumenokizaka-Bunkiten (La intersección Yumenokizaka); en 1989, el premio Kawabata por Yoppa-dani eno Koka (El descenso al Valle Yoppa); y, en 1992, el premio de CF de Japón por Asa no Gasuparu (Gaspar de la Mañana). En 1997 fue nombrado por el Gobierno francés Chevalier des Arts et des Lettres.

Redacción: Mariona Rivas Vives