Para deleitarse con la gastronomía Italia llega: “Eataly”

Por Saraytg @Desdemilanblog

Los que conozcan mucho Italia sabrán enseguida qué es “Eataly” en cuanto lo hayan oído nombrar. Antes de que se abriera (lo han abierto en Milán hace tan sólo unos meses) yo había ya oído hablar de esta cadena y es que es super famosa entre los italianos que hasta ahora sólo podían disfrutar en contadas ciudades como Roma o Torino (Turín). Pues tenemos la suerte de que ya ha llegado también aquí y yo ya puedo decir que he ido a conocerlo.

¿Os imagináis la sección gourmet de El Corte Inglés, esa en la que tienes mucho producto bueno y nacional? Pues esto es lo que es Eataly, sólo que mucho más grande ya que ocupa un enorme edificio que antiguamente era un teatro, El  Teatro Esmeralda, del cual han conservado el telón y el palco. Es un gran supermercado gourmet para encontrar muchas variedades de productos traídos de toda Italia para que estén al alcance de todos.

Encontraréis allí 3 o 4 plantas de mercado con una gran variedad de restaurantes donde poder además degustar las cosas más típicas italianas, y dividido todo por zonas: una planta para las verduras y pastas, otra para las carnes, otra para los pescados… La verdad que cuando entras se te empieza a hacer la boca agua porque todo tiene un aspecto estupendo. Las verduras tienen un color que te volverías loco a comprar, pero claro, no es apto para todos los bolsillos. El producto bueno se paga, y obviamente Eataly es más caro que un supermercado, pero merece la pena acercarse a verlo (está al ladito de Porta Garibaldi, justo cuando acaba Corso Como) y probar alguna cosilla.

Nosotros claramente caímos, y eso que no pensábamos comprar, sólo mirar como buenos chicos. Nos llevamos un paquete de carne excelente para hacer tartar (doy fe de que estaba riquísimo), unos caramelos que le encantan a Mr. Paulson (a mí me gustó más la idea de quedarme luego con la cajita tan mona porque los caramelos esos me saben un poco a medicina), algunas cervezas, embutidos y una cajita de fresas que fue mi capricho y no me arrepiento para nada. Estaba harta de comer fresas que nos fueran dulces y estas eran maravillosas, dulces, dulces y con un sabor a fresa espectacular. Vamos, que nos fuimos muy contentos y nos lo comimos todo muy contentos también.

Aquí os dejo fotitos para que os animéis a ir a verlo, que merece la pena ;-).