Para demostrar aprecio…

Por Cynthiazuniga4

A veces la mejor forma de demostrarle a alguien que nos importa es respetando sus decisiones, su forma de ser, su espacio, la forma en que invierte su tiempo, la forma de hacer las cosas…y sobretodo callando en lugar de hablar para dar una opinión o consejo no solicitado. Por muy noble que sea la motivación o ingenua la acción podemos caer en la total imprudencia.

Pensamos que lo sabemos todo y que los demás tienen la dicha de recibir nuestra sabiduría. Creemos que los demás tienen la obligación de seguir los pasos y soluciones que estamos prestos a compartir. Cuando en verdad la mejor forma de respetar a una persona y sobretodo a un artista es callando para escuchar su forma de expresión y para comprender lo que tiene que decir.

Estoy totalmente de acuerdo en tener mentores y personas que tengan la función de guiarnos y marcarnos una diferencia en la vida, pero estas personas llegan cuando no lo esperamos o buscamos y generalmente son pocas, muy pocas.

En la estructura narrativa del ¨Viaje del Héroe¨ hay un guía que ayuda a cruzar el umbral, lo cual considero es válido tanto en la ficción como en la vida real. Joseph Campbell menciona en su libro EL HÉROE DE LAS MIL CARAS: ¨Hay en estas aventuras una atmósfera de irresistible fascinación en la figura que aparece repentinamente como un guía, para marcar un nuevo período, una nueva etapa en la biografía¨. 

La mejor forma de demostrar aprecio es callando, esperando a que ese consejo sea solicitado…y a veces solamente estar allí. Si tenemos la dicha de poder ayudar a alguien que nos lo pide, entonces es un buen momento para hacerlo. No nos gusta recibir otras opiniones pero nos gusta mucho dar las nuestras. La PRUDENCIA cada vez es más escasa y pareciera un ideal muy lejano no practicable.

En el Viaje del Héroe el personaje principal cruza el umbral, desciende hacia la cueva más oscura en donde casi muere (física o emocionalmente) y es rescatado, cruza el umbral nuevamente y regresa renovado para llevar la sabiduría a su pueblo. Para poder llevar esa sabiduría a los nuestros necesitamos llevar un proceso de transformación que nos permita hablar de la experiencia. Para mí es cómico recordar que he recibido consejos sobre hijos aún de personas que no tienen hijos. No descarto los consejos solamente enfatizo la falta de prudencia y respeto que nos caracteriza a algunos humanos. No puedo o no debería opinar si no he estado en los zapatos o en el lugar de alguien.

A veces hacer preguntas sobre la situación o el problema es mejor que opinar con autoridad tal como si en realidad comprendiéramos lo que la otra persona está viviendo en su interior.

Respetemos el proceso de aprendizaje o como se diría en guionismo ¨El Arco del Personaje¨, es decir su transformación. Es bueno pedir consejos, pero sepamos de quién. Tengamos muy bien identificadas a las personas que sirven de guía en nuestra vida. A veces no es bueno contarle a todos lo que nos sucede por que entonces recibiremos miles de opiniones y trataremos de quedar bien con todos. Así como un artista es celoso con su obra por que sabe el tiempo que ha llevado, así debemos ser celosos con nuestra forma de proceder y a quién solicitamos dichos consejos. Hace unos días escribí esta frase y quiero terminar así: ¨Cuando ya no nos importa quedar bien con todo el mundo, sin querer empezamos a quedar bien con nosotros mismos¨, es decir que empezamos a ser más reales, profundos, menos superficiales y más honestos con nosotros mismos.